Definiciones básicas
Tradicionalmente, la valoración del efecto de los tratamientos en los pacientes reside en un par de preguntas genéricas al paciente: ¿ cómo se encuentra usted?, ¿ le parece que el tratamiento es efectivo? La respuesta del paciente es totalmente subjetiva y depende de diversos factores, que incluyen su estado de ánimo, su percepción de su estado de salud e incluso de su empatía con el médico( la mayoría de los pacientes crónicos tiende a intentar ser agradable con su médico y minimiza sus molestias reales, aunque esto depende de sus características personales).
Este tipo de respuesta global y genérica está, pues, sujeta a múltiples sesgos y no es apropiada para la
UNIDADES valoración clínica del paciente. Tanto en ensayos clínicos como en la práctica clínica diaria es necesario poder valorar de forma precisa, cuantitativa y no sesgada la situación del paciente y su respuesta a los tratamientos. Esta valoración se realiza midiendo los desenlaces o resultados clínicos( outcomes en terminología inglesa) mediante instrumentos validados que reflejen la realidad clínica en cada momento( Belmonte Serrano. 2014)
En este sentido es importante considerar que los beneficios o desenlaces de una intervención en salud se manifiestan en cambios que pueden ser medidos en diferentes unidades, y dentro de las principales unidades de medición se encuentran:
EJEMPLOS
En unidades monetarias
Unidades naturales unidas al programa que se trate
En términos de valor o utilidad o preferencias de los pacientes
Los costos evitados en consulta a los servicios de urgencias por un programa de educación para pacientes con asma bronquial.
Se podrían mencionar los cambios en la incidencia, duración, gravedad de una enfermedad o discapacidad, como también cambios en la mortalidad o casos diagnosticados. Los desenlaces de la mayoría de los estudios clínicos comparados corresponden a unidades naturales, como son la curación con la intervención A vs la curación con la intervención B.
El estar en perfecta salud corresponde a 1 y el estar muerto a 0 dentro de las preferencias de las personas en cualquier desenlace que se esté analizando.