Diferentes tipos de desenlace
Muchas de las enfermedades, al menos todas las principales, han desarrollado sistemas específicos para la medición de desenlaces, ya que, como se ha comentado, es un elemento fundamental para poder medir el efecto de los tratamientos así como valorar la evolución y pronóstico en estos pacientes.
La medición de desenlaces, idealmente está dirigida a medir resultados definitivos, como la muerte del paciente o la implantación de prótesis articulares, por ejemplo. Es lo que se podría definir como variables de resultado o“ duras”. Son evidentes, fácilmente cuantificables e inequívocas, como resultado final de la enfermedad. Sin embargo, en los ensayos y entornos clínicos es más útil medir variables de proceso o“ blandas”( proxy en inglés), que reflejan la situación patogénica subyacente y que habitualmente se correlacionan con las variables de resultado. Son, por ejemplo, los recuentos articulares, la valoración radiológica, o las medidas de reactantes de fase aguda, que normalmente( pero no siempre) predicen los resultados finales de la enfermedad.
Es, pues, necesario pensar bien qué variables vamos a utilizar en función del objetivo de nuestro estudio o del seguimiento del paciente que deseamos realizar.
Regularmente se consideran tres tipos de desenlace: Desenlaces
Ejemplos
1. Beneficio Días de hospitalización evitados. Días de trabajo que dejaran de ser perdidos. Materiales, mano de obra, equipos que pueden ser redistribuidos
2. Efectividad Años de vida ganados. Vidas salvadas. Reducción del colesterol. mm Hg de presión arterial reducidos. Número de casos prevenidos. Tiempo de síntomas.
3. Utilidad Años de Vida Ajustados por calidad( AVAC o QALY)