La juventud de Ayacucho rumbo al Bicentenario [pág.
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Ethnológica No. 01 (2017)
inicio temprano de la menarquía, al retraso de la edad de unión formal y
a la alta incidencia de la convivencia es el embarazo adolescente y juvenil.
De ahí la razón por la cual, de los jóvenes menores de 19 años el 11% ya
está gestando y en Ayacucho el índice es aún más elevado superando el
20% el promedio regional según el UNFPA el año 2013. En general la
fecundidad entre adolescentes ha descendido menos en las últimas dos
décadas que la de los grupos de edad mayores, como se demuestra en nu-
merosos estudios, la maternidad adolescente se asocia estrechamente a la
pobreza (CEPAL: 2010).
L os jóvenes peruanos , ¿ cuán bien educados están ?
Pero no todas las características son negativas; la generación actual
de jóvenes es la más educada de nuestra historia. El 15.6% tiene estudios
superiores y entre los jóvenes urbanos con 25 a 29 años, el 34.1% tiene
estudios superiores universitarios o técnicos. Estos promedios esconden,
sin embargo, brechas preocupantes: entre los jóvenes rurales de 25 a 29
años, solo el 57.6 tiene primaria completa y solo el 6.1% tiene estudios
universitarios o técnicos. Pero ¿qué significa esto? Que será muy difícil
lograr el desarrollo rural y la mejora de la productividad y competitividad
de la agricultura, especialmente de la andina y la amazónica, con niveles
tan precarios de capital humano. Es por ello prioritaria la educación diri-
gida a jóvenes rurales de ambos sexos en formas no escolarizadas, con uso
del idioma nativo y asistencia técnica para vincular la capacitación con la
producción de bienes y servicios locales.
Un fenómeno interesante relacionado a este tema es el crecimiento
de la “valla educativa” para salir de la pobreza. ¿Y qué implicancias tiene
este incremento? Que en los contextos más desarrollados, la educación
básica no asegura la superación de la pobreza. En efecto, de acuerdo a
la misma fuente (Enaho 2013), entre los jóvenes urbanos en pobreza ex-
trema, el 67% tiene educación secundaria, el 24% sólo tiene primaria y el
2.5% es analfabeto. La diferencia la hace el acceso a la educación técnica o
superior. Es decir, no basta con completar la educación escolar para asegu-
rarse un empleo y/o un ingreso adecuado.
Ahora bien, esta “valla educativa” es menor en el medio rural, menos
competitivo y exigente. La mayor parte de los jóvenes rurales en pobreza
extrema sólo tiene primaria (57.6%) o es analfabeta (34%). El tema de la
mala calidad de la educación pública en el Perú es otro tema a considerar
sobre el cual existen interesantes estudios desarrollados por investigadores
de GRADE entre otros. En tanto en Ayacucho la demanda por educa-
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