ETHNOLÓGICA No. 01 (2017) | Page 76

76 Ethnológica No. 01 (2017) Laura Collin Harguindeguy de aspectos de las lógicas que animan la cultura tradicional: los sistemas de fiestas, la persistencia de la familia extensa con gasto compartido y el sistema milpa. El complejo sistema ritual y festivo ha sido y es objeto de múltiples descripciones etnográficas y motivo de intentos de explicación. Sin entrar a discutir las teorías respectivas, resulta evidente que la compleja organi- zación ritual teje un complejo entramado de relaciones sociales, orientadas tanto a mantener sistemas festivos como a construir redes de reciprocidad y parentesco ficticio. Redes que inciden también en otros ámbitos y que con cierto dejo peyorativo han sido interpretadas como estrategias de so- brevivencia (Lomnitz 1975; Oswald 1991). La persistencia de los sistemas de fiestas, indican una preferencia: la de dedicar tiempo a las actividades sociales y el esparcimiento. Elección que se privilegia por encima de la la- boral. La valoración del espacio festivo y las relaciones sociales, por encima de las destinadas a conseguir ingresos, ha sido motivo de crítica e incom- prensión, ignorando que el afecto y el esparcimiento constituyen necesida- des humanas, tan básicas como la alimentación y las redes de relaciones un recurso de vida, que algunos mercantilizan definiendo como capital social (Bourdieu 1987). El ritual se asocia a las representaciones de lo sagrado, y en este campo la persistencia de un cierto animismo, mantiene —aúnque de forma disminuida—, relaciones de reciprocidad y negociación con la naturaleza, que inciden en la conservación de recursos naturales como el bosque y los manantiales (Boege 2008). La familia extensa, con gasto compartido no es otr