El quechua-wanka, una lengua en agonía [pág. 13-30]
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Ethnológica No. 01 (2017)
«Se produjo el “milagro”: personas que creíamos insulsas y parcas resul-
taron siendo extremadamente pícaras y locuaces. Sólo había que hablar-
les en la lengua.» (Cerrón-Palomino 1989: 13).
Cuando se entrelaza la personalidad y el idioma el tema es así de
complejo. Y es recurrente sentir una especie de frustración al momento a
aprender otra lengua, es como dejar de ser “uno mismo”. La personalidad es
una construcción social, y no solo tiene su carga en la conducta sino en el
comportamiento al momento de enfrentarse con la realidad misma, por-
que como dijimos cada lengua es una manera particular de ver el mundo.
7. C onsecuencias ecológicas
Por otra parte ahondado el problema respecto a la conservación
de los ecosistemas en el planeta que beneficia a la humanidad en gene-
ral, está probado lo suficiente por diversas investigaciones que existe una
correspondencia entre la diversidad lingüística y ecológica por lo que al
afectarse una de ellas se afecta a la otra, es decir que la preservación de
idiomas nativos puede ayudar a conservar y mejorar los ecosistemas (De
Ávila 2008: 498). En cuanto saberes ecológicos y ambientales, las culturas
andinas se caracterizan por la sustentabilidad que tienen. Ahora como se
sabe la acumulación de este tipo de saberes fue posible gracias a las estruc-
turas sociales que se desarrollaron en las culturas andinas, que desde luego
fue influida por la situación geográfica propia de los andes. Solo para dar
algunos ejemplos citaremos grandes avances en cuanto a las técnicas en la
agricultura y domesticación de animales en función al ideal uso y control
de los diversos espacios geográficos.
Además de la gran diversidad de plantas domesticadas que de por
sí ya son un gran logro, se hallan las técnicas en la agricultura que contri-
buyeron a alcanzar esa diversidad en los cultivos, al respecto Troll y Brush
(1987) registraron una serie de técnicas:
«La elevada técnica en el desarrollo de los instrumentos de arado ma-
nual, en los países civilizados del oeste, muy particularmente la perua-
na, permitió, con solo la fuerza humana, un desarrollo del suelo muy
parecido al cultivo por medio del arado del viejo mundo. […] Gracias
al empleo de estas herramientas, los pueblos andinos alcanzaron resul-
tados prodigiosos al someter a cultivo plantas tanto indígenas como im-
portadas y en la selección de docenas y, tratándose de papas y maíz, de
centenas de razas de plantas cultivadas, teniendo para ello que tomar en
cuenta los cambios de las condiciones del medio ambiente, así como a los
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