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Ethnológica No. 01 (2017)
Yhon León-Chinchilla
Figura 1: Valle
del Mantaro,
hablantes del Que-
chua-Wanka. Fuente:
Elaboración propia con
datos del CPV2007
(INEI, 2007) y los es-
tudios de Cerrón-Pal-
omino (1976a).
Total de personas que
aprendieron a hablar
con el Quechua-Wan-
ka, por provincias.
(lingüísticos) o externos (económicos y políticos) que intervienen en este
proceso son particulares. Al hablar de cambios lingüísticos nos referimos
a los procesos de transformación que las lenguas experimentan en el tiem-
po y el espacio (Orihuela 2014) y ese cambio puede favorecer o afectar a
las lenguas, haciendo que evolucione o desaparezca, y a esto último nos
abocaremos. La UNESCO (2003) presentó una serie de indicadores para
saber en qué momento una lengua se encuentra en ‘proceso de extinción’
entre ellas: Cuando los hablantes de una lengua la usan en un número
cada vez más reducido y cuando dejan de transmitirla de una generación
a la siguiente. Para el caso particular del Quechua-Wanka es una lengua
en grave peligro de extinción porque solo es hablada por la generación de
los viejos (Moseley 2010; UNESCO 2003; Ethnologue 2014; MINEDU
2013), y ellos deciden no enseñar el idioma a sus hijos porque ya no es
funcional en la escuela, el mercado y el trabajo. En aquella investigación
(Orihuela et al 2015) registramos que el Quechua-Wanka está en grave
situación en las Provincias de Chupaca, Concepción y Jauja 2 (Fig. 1) con-
cluimos que la extinción del Quechua-Wanka, tiene sus raíces en factores
históricos, económicos, políticos y culturales.
2 Aúnque debe aclararse que, las provincias involucradas por la variedad wanka, albergan grandes cantidades de migrantes que
hablan otras variedades del quechua, entre ellos principalmente sureños (ayacuchanos y huancavelicanos). Sólo la provinc ia de
Huancayo alberga una cantidad considerable de migrantes sureños (Escobar J. 2010), esto disminuiría la cantidad aproximada
de personas que aprendieron a hablar con el Quechua-Wanka.