Estudiantes UDES: nuestra razón de ser | Page 16

En este capítulo, vacila. Aún no tiene claros varios conceptos y acepta que debe estudiarlo más para no equivocarse. Luego abre otro documento que contiene la metodología y cuando empieza a explicarlo se le nota la lucidez, la apropiación. Basta de teoría e historia, lo suyo es el diseño y eso se nota.

Yorely mira la paleta de color y el diseño de cada ficha como su más preciada creación. Habla convencida de los tonos escogidos para el dominó y del logo que ella misma hizo. Este último está inspirado en la dinámica de los juegos de mesa y, por supuesto, en la cultura Guane. Después de casi seis meses de trabajo, con la ayuda de Freddy, está a punto de terminar su proyecto de grado. “A las personas con implante coclear hay que verlas desde la perspectiva socioantropológica, no desde la rehabilitación.

Son seres capaces, con habilidades, que pueden asistir a una universidad pero contando con ciertos ajustes en el sistema educativo”, asegura Freddy.

Su condición

Yorely es sorda de nacimiento, pero nadie se percataría de ello si la viera con una cámara fotográfica o haciendo bocetos para diseños de moda. Su diagnóstico: tiene hipoacusia neurosensorial bilateral profunda y fue implantada a los seis años. “Demasiado tarde”, se lamenta Luis Eduardo Puerto Parra, papá de Yorely, “porque si a ella le hubiesen hecho la cirugía cuando descubrieron que no escuchaba, su nivel de vocalización fuese ahora más avanzado”.

Figura 2. Yolery y la docente Gilma Carreño Rangel conversan sobre los ajustes que debe hacer la estudiante a su trabajo de grado.