4. Fundamentación de la propuesta
Reflexionar sobre las significaciones, representaciones sociales e imagi-
narios entorno a las problemáticas que atraviesan la educación a partir
de las cuales se construyen entrecruzamientos en su campo manifestan-
do así su complejidad, constituye uno de los objetivos que se proponen
favorecer los “ESTAR en Prevención”
Buscamos que la institución educativa se abra para jugar un rol, tanto en la
prevención como en la promoción de alternativas para la construcción de
proyectos de vida saludables.
La presencia de la prevención en
educación forma parte de una
concepción del acompañamiento de lo que acontece entre los sujetos y
las instituciones que forman la comunidad educativa. En este sentido, es
preciso posicionarse desde el espacio que se conforma en el “entre”, donde
un lado no es sin el otro, problematizando lo dado, reconociendo un lugar
a explorar desde un espacio de construcción donde pienso con otros y a
otros (Nicastro S. Greco B. 2012).
Este proceso, que requiere ser acompañado, es el punto de partida para la
aparición de algo nuevo donde poner en cuestión ha de ser el vehículo para
derribar las certezas, dando lugar al despliegue del pensamiento creador
que es una de las formas posibles del acompañamiento. Acompañar supo-
ne pensar con otros y pensar a otros, partiendo del reconocimiento de que
el pensamiento es heredero de otro y no puede desvincularse de su histo-
rización. (Nicastro S. Greco B. 2012)
Acompañar en la institución será así el trabajo de ayudar a reconocerse
a sí mismos en su cotidianeidad. Se trata de un acto de intervención que
permite poner en cuestión, generando condiciones que tienen que ver con
la confianza, el saberse pensado por otros y el saberse reconocido; en este
sentido, desde esta Secretaría de Estado nos proponemos instancias de
acompañamiento y fortalecimiento de recursos de la comunidad educativa.
Estamos hablando, entonces, de una educación que responde a la época,
es decir, que educa en función de la realidad social. No para legitimar las
desigualdades sino para que la educación, el conocimiento, el aprendizaje
sean instancias de superación, jerarquizando y valorando lo hecho. Pregun-
tando y repreguntando acerca de las prácticas pedagógicas. Revisando y
volviendo a mirar. Sistematizando, organizando y planificando la construc-
ción permanente de instancias educativas que partan del reconocimiento
de la diversidad y trabaje en red junto a otros sectores de la sociedad.
Como herramienta complementaria que posibilita ampliar la mirada por
fuera de la educación formal, recurrimos a los aportes de la Pedagogía so-
cial; éstos constituyen un marco de referencia pertinente que nos permite
pensar una educación “extra mur o”, que se erige como uno de los pilares
de la inclusión. Tomar contacto con las propiedades de estas realidades se
traduce en uno de los mayores desafíos para pensar lo posible a partir de lo
dado, de lo instituido, de lo instalado como realidad inmodificable.
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