Estar en prevención estarenprevencion | Page 9

4. Fundamentación de la propuesta Reflexionar sobre las significaciones, representaciones sociales e imagi- narios entorno a las problemáticas que atraviesan la educación a partir de las cuales se construyen entrecruzamientos en su campo manifestan- do así su complejidad, constituye uno de los objetivos que se proponen favorecer los “ESTAR en Prevención” Buscamos que la institución educativa se abra para jugar un rol, tanto en la prevención como en la promoción de alternativas para la construcción de proyectos de vida saludables. La presencia de la prevención en educación forma parte de una concepción del acompañamiento de lo que acontece entre los sujetos y las instituciones que forman la comunidad educativa. En este sentido, es preciso posicionarse desde el espacio que se conforma en el “entre”, donde un lado no es sin el otro, problematizando lo dado, reconociendo un lugar a explorar desde un espacio de construcción donde pienso con otros y a otros (Nicastro S. Greco B. 2012). Este proceso, que requiere ser acompañado, es el punto de partida para la aparición de algo nuevo donde poner en cuestión ha de ser el vehículo para derribar las certezas, dando lugar al despliegue del pensamiento creador que es una de las formas posibles del acompañamiento. Acompañar supo- ne pensar con otros y pensar a otros, partiendo del reconocimiento de que el pensamiento es heredero de otro y no puede desvincularse de su histo- rización. (Nicastro S. Greco B. 2012) Acompañar en la institución será así el trabajo de ayudar a reconocerse a sí mismos en su cotidianeidad. Se trata de un acto de intervención que permite poner en cuestión, generando condiciones que tienen que ver con la confianza, el saberse pensado por otros y el saberse reconocido; en este sentido, desde esta Secretaría de Estado nos proponemos instancias de acompañamiento y fortalecimiento de recursos de la comunidad educativa. Estamos hablando, entonces, de una educación que responde a la época, es decir, que educa en función de la realidad social. No para legitimar las desigualdades sino para que la educación, el conocimiento, el aprendizaje sean instancias de superación, jerarquizando y valorando lo hecho. Pregun- tando y repreguntando acerca de las prácticas pedagógicas. Revisando y volviendo a mirar. Sistematizando, organizando y planificando la construc- ción permanente de instancias educativas que partan del reconocimiento de la diversidad y trabaje en red junto a otros sectores de la sociedad. Como herramienta complementaria que posibilita ampliar la mirada por fuera de la educación formal, recurrimos a los aportes de la Pedagogía so- cial; éstos constituyen un marco de referencia pertinente que nos permite pensar una educación “extra mur o”, que se erige como uno de los pilares de la inclusión. Tomar contacto con las propiedades de estas realidades se traduce en uno de los mayores desafíos para pensar lo posible a partir de lo dado, de lo instituido, de lo instalado como realidad inmodificable. 9