Esquema de la literatura medieval 1º BACHILLERATO CASTELLANO | Page 21

seguridad los actos del II al XVI de la Comedia, y ya muy pocos dudan de la autoría de los actos adicionales. 4.3.2. La cuestión del género y el subgénero. Ya hemos visto que algunos críticos (como Dorothy S. Severin) consideran que la obra es una novela dialogada. Sin embargo, hemos aclarado que la obra pertenece al género dramático, si bien mantiene paralelismos con la ficción sentimental y con la comedia humanística y latina. De la comedia latina hereda la concepción de la comedia como espejo de cos- tumbres y los personajes típicos terencianos (el muchacho joven, el siervo aprovecha- do, el siervo sermoneador, la muchacha, la alcahueta…) En cuanto al subgénero, cabe repasar los subgéneros teatrales, que en la épo- ca, a partir de la división clásica, se dividen en: tragedia, comedia y tragicomedia.  Tiene final desgraciado. Tragedia  Trata temas elevados con personajes elevados (dioses, héroes…)  Tiene final feliz. Comedia  Trata temas bajos (el amor y las pasiones, entre ellos) con personajes de baja condición (criados…)  Mezcla lo cómico y lo trágico. Tragicomedia  Mezcla personajes de alta condición social con persona- jes de baja condición, temas elevados y bajos. La obra no puede llamarse tragedia porque trata temas bajos en estilo bajo, tampoco puede llamarse comedia porque el final no es precisamente feliz. El término tragicomedia parece, por tanto, el más idóneo. El propio Fernando de Rojas lo justifica así en el prólogo a la versión de la Tragicomedia (hasta el momento prácticamente no había obras con este nombre). En realidad, La Celestina es una obra novedosa, que lleva a cabo una ruptura de géneros. La Celestina crea una nueva forma de escritura. Parte de una estructura similar a la de las comedias: prólogo, deseo de conseguir a la amada, ayuda y consecución del deseo, en este punto finalizaría la comedia pero La Celestina va más allá; tras la conse- cución del deseo se da la reincidencia y el castigo, en este caso la muerte de ambos amantes. Se produce así una contaminación entre la comedia y la ficción sentimental, se- guramente con una intención moralizante en el tratamiento del tema amoroso. 21