BUSINESS OPERATIONS
MANAGEMENT MAGAZINE
#HABLEMOSDENEGOCIOS
KIKI, OPERACIONES
EN EL OJO DEL HURACÁN
La palabra CRISIS viene del griego, donde encontramos exactamente el
mismo término (“κρίσις”): con el significado de “separación”, “distinción”.
Pero para entender cuál es la distinción o separación que debemos
hacer, la mejor cultura para enseñarlo es la japonesa. Si buscas “Crisis”
en japonés, Google te arrojará esta respuesta:
Kiki, es la composición de dos ideogramas en japonés, el primero
corresponde a la palabra “Peligro” y el segundo a la palabra “Oportunidad”,
entonces desde su perspectiva, la crisis es una oportunidad frente a un
peligro. El peligro puede ser cualquier amenaza, no necesariamente
una bestia en la jungla que se te queda mirando como su próximo
almuerzo. Una falla mecánica en una entrega, un atraso en alta mar
por condiciones ambientales, una huelga en el puerto de descargo, una
máquina que dejó de funcionar en la línea de producción, un cliente que
ha declinado una oferta que ya había sido aceptada justo cuando se le
envió el contrato. Todos ellos son ejemplos de situaciones que ponen en
peligro el desarrollo de las actividades productivas de una empresa, de
todos sus departamentos involucrados y algunas veces, de la propuesta
de valor que se ofrece al cliente. Comprometer tanto es un peligro.
En América Latina solemos pensar en la crisis como el estallido de la
situación, el problema al que debemos evitar llegar.
Cuando una empresa entra en CRISIS, podemos definirlo como
“Un acontecimiento o situación inesperada que pone en peligro las
relaciones de la empresa con sus públicos y, por tanto, su reputación
y su estabilidad” (Grupo Piquer, 2017). Pero no existe mejor escenario
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que un peligro, para ser creativos
y buscar la OPORTUNIDAD.
Para vivir en condiciones
que permitan visualizar las
oportunidades frente a cualquier
peligro, es necesario vivir un
oxímoron, TENSA CALMA, y el
mejor ejemplo de la tensa calma
que el área de operaciones suele
vivir y es un experto en vivir así,
es el ojo de un huracán.
Dentro del ojo de un huracán,
las condiciones ambientales son
favorables, existe un 15% menos
de presión atmosférica que dentro
del huracán, no existen vientos
ni peligros. Lo peligroso son
las paredes del ojo, eso
sí que es devastador,
el arte de
operaciones está
en mantenerse
dentro del ojo del
huracán, existe
calma, pero con
el peligro de
sus paredes,
sin embargo,
frente a todo
peligro, recuera
el ideograma
Kiki, hay una
oportunidad,