Entremanos nº4 4ª época | Page 13

Una hora más tarde, estoy pasando el ÚLTIMO RECURSO DEL INCOMPETEN- bendito cartel donde se puede leer en le- TE". Mi ceño se frunce. Si tan solo todo el tras grandes y negras: "Bienvenidos a La mundo pensara igual... Ciudad Buscada". Emocionada con la idea —Señorita... —el recepcionista interrumpe de saber si son verdad los rumores o no, mis pensamientos. me adentro en aquella pequeña metrópoli. —Young, Europa Young. Observo desde el interior del coche que —Señorita Young, la alcaldesa la espera. todas las casas son completamente dife- Acompáñeme —vuelve a mostrarme una rentes, unas son blancas, otras marrones, de sus amables sonrisas y comienza a ca- unas son de piedra, otras de ladrillos... minar dirección al ascensor. Las calles son amplias y pulcras, los coches Le sigo obedientemente y veo que marca son modernos y cada casa tiene su propio el botón del segundo piso. Se abren las jardín. Leo en un cartel: "Ayuntamiento", y puertas y nos encontramos con un pasillo decido girar a la derecha tal y como me lo que contiene bastantes puertas. Al final de indica. Llego a una plaza donde hay un este hay una puerta más grande que las edificio a lo ancho, no muy grande, pero sí demás donde el chico se detiene. Da dos lo suficiente para ocupar toda la calle de la golpecitos con los nudillos de su mano plaza. Aparco en el primer sitio libre y sal- derecha y escuchamos una fina voz detrás go del coche con mi bolso echado a mi de la puerta, dando permiso para entrar: hombro. Entro en la recepción y camino —Señora alcaldesa, la señorita Young, aquí hacia el mostrador. presente, quiere hacerle una entrevista. — —Buenas tardes, quería solicitar una en- el chico se hace a un lado, dejándome pa- trevista con el alcalde de la ciudad. sar. La alcaldesa le sonríe y le señala la —Sí, un momento –el recepcionista estira puerta. la mano hacia el otro lado de su escritorio y —Está bien, Gabriel, puedes marcharte –el coge una pequeña libreta entre sus ma- chico desaparece de la sala, cerrando la nos– la alcaldesa estará libre en unos mi- puerta detrás de él. nutos, justo ahora está terminando una —Puede sentarse, señorita Young –me reunión —me sonríe cordialmente. Asiento señala la silla en frente del escritorio y ella y espero pacientemente junto al escritorio, camina hacia la silla que se encuentra de- observando el recinto. trás de este. Lujosos sofás decoran la estancia junto a —Por favor, llámeme Europa –su postura cuadros colgados alrededor de las paredes. es completamente rígida sobre la silla. En la pared de mi izquierda se puede l eer —De acuerdo, Europa –me sonríe—. ¿De qué en letras grandes: "LA VIOLENCIA ES EL querría hablar? ENTREMANOS Nº 4 13