Me descuelgo el bolso del hombro y saco de
tiende realmente ese concepto y me extraña
él un pequeño cuaderno junto a un bolígrafo
que alguien haya podido crear una ciudad
y una grabadora.
donde no exista la violencia, ni siquiera un
—Querría hablar sobre su ciudad. ¿Le impor-
mínimo de ella –frunzo el ceño, frustrada.
La violencia es el
miedo a los ideales de los demás.
ta que la grabe? —
El pueblo sigue las leyes
de los gobiernos. Se rigen por ellos y, si el gobierno es el primero en
usar la violencia, el
pueblo es el siguiente.
-Mira, Europa. Todo el mundo
tiene un ídolo alguna vez en
su vida, ¿no es así? -asientotodo el mundo se fija alguna
vez en alguien y sigue su forma de ser, de pensar o de
pregunto antes de en-
actuar, ¿verdad?
cender la grabadora.
—Sí, pero...
—No, por supuesto que no –la alcaldesa se
—Europa, —me interrumpe— el pueblo sigue
acomoda en su asiento, echándose hacia
las leyes de los gobiernos. Se rigen por ellos
atrás e imitando mi postura, es decir, con las
y, si el gobierno es el primero en usar la vio-
piernas cruzadas.
lencia, el pueblo es el siguiente. ¿Entiendes?
—He oído hablar mucho sobre esta ciudad y
Mientras que los gobiernos den el ejemplo de
los comentarios que varias personas me han
matar a sus enemigos, los ciudadanos mata-
proporcionado han sido muy impactantes
rán a los suyos. Es tan simple como eso.
para mí —la alcaldesa frunce el ceño—. No,
—¿Y qué tipo de gobierno se supone que esta
no es nada malo, señora —la tranquilizo.
ciudad lleva?
—Llámame Victoria, por favor –su sonrisa
—Es más simple todavía. Evidentemente
invoca una sonrisa en mis labios.
aquí hay derecho al sufragio, y es universal,
—Lo que quiero decir, Victoria, es que he
por supuesto. El pueblo decide, siempre y
oído que esta es una ciudad pacífica.
cuando este corresponda de buena manera y
lleve una lógica. Es una democracia pura y
—¿Y qué tiene eso de impresión?
dura donde los derechos humanos se respe-
—¿Acaso no has visto al mundo de hoy en
tan, donde la palabra racismo no existe.
día? Perdóname la expresión, pero está he-
—Pero, si es una democracia idéntica a las
cho una mierda.
otras democracias existentes, ¿qué tiene de
—Sí, claro que lo he visto, pero eso es algo
diferencia este lugar? ¿Cuál es el secreto?
que puede cambiar.
—Ninguno, cariño. La única diferencia que
—¿Cómo? Me refiero, ¿cómo se consigue
hay en esta ciudad, querida, es que la gente
vivir pacíficamente? La humanidad no en-
tiene muy claro cómo hay que actuar. Y sabe
que hay que respetar los pensamientos de
ENTREMANOS Nº 4
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