Depósito legal AR2017000223
Número 10065
En Redes Ceilac
Año 2. No. 3
Junio, 2018
Argumentación
La construcción se fundamentó en los aportes de la la Teoría Adaptativa (1977) la
cual pretende garantizar la equidad al tiempo que desarrolla cada individualidad y
una educación de calidad para todos los estudiantes, atendiendo las diferencias
individuales significativas y derivadas de diversidad de intereses, habilidades,
estilos o entornos educativos y sociales. La Teoría Liberadora (1987) cuyos
postulados ve a la educación desde la perspectiva de la liberación, se ubica en
una horizontalidad de las relaciones humanas y que, por tanto, implica el diálogo y
la continua reflexión acerca de la propia realidad a lo largo del proceso educativo.
La Teoría de la Educación Permanente (1970) asumida como el instrumento de la
sociedad civilizada que los adultos tienen para imponer su voluntad, expresada en
ideologías, creencias, valores, costumbres, experiencias, entre otras. En
consecuencia, de acuerdo con Adams (1970) la existencia de la racionalidad para
el progreso humano.
Entre las teorías de asumidas y el momento de la investigación se produce un
vínculo permanente que caracteriza el desarrollo del proceso para generar
conocimiento en la producción concreta, donde lo empírico representa el
momento en que la teoría se confronta con la realidad y está representando por la
información que aparece como resultado de esta confrontación; por lo tanto, es
inseparable de lo teórico, es un momento de desarrollo y organización.
En ese sentido, se hace necesario revisar cómo la praxis educativa reta a abarcar
la pluralidad de conocimientos y marcos conceptuales con los que pueda dar
respuesta a interrogantes, recontextualizar, reinterpretar desde enfoques de otras
disciplinas acerca de las condiciones, acciones, motivos y fines de los actores del
proceso educativo y la praxis educativa como acción macro en toda la
universidad, lo cual llevará a una transformación apropiada a los requerimientos
de una sociedad ávida de mejoras en los aspectos relacionados con las vivencias
individuales.
Praxis del Docente Universitario desde una Visión de Educación para la Vida
Necesitamos una formación adecuada en "como vivir." Temas como la
forma de encontrar la pareja adecuada, cómo criar a nuestros hijos,
cómo ser un buen empleado, cómo llevarse bien con nuestros vecinos
y cómo podemos concentrar nuestras mentes para que podamos
atraer éxito en todos nuestros esfuerzos.
Hay muchos temas similares que son esenciales para preparar al ser humano
para la vida y en la educación tradicional muchas de ellas son completamente
ignoradas. Educación para la Vida es un sistema que entrena para hacer frente a
los desafíos de vivir como un ser humano, lo que le ayuda a lograr el equilibrio y la
armonía en todo lo que hace. El reto de la educación implica enseñanza;
el aprendizaje no necesariamente es el resultado de la enseñanza o de una
intención educativa deliberada. El aprendizaje es tanto individual como colectivo,
mediado por las interacciones sociales.
Conforme a este orden de ideas, se aprende en todo momento y en todo lugar: en
la familia, en la comunidad, en la naturaleza, en el grupo de amigos, en el juego,
en el trabajo, a través de los medios de comunicación, del arte, de la participación
social y política, conversando, observando, leyendo y escribiendo, enseñando.
La continuidad de esta línea argumentativa, reconoce a la edad como un continuo
desde el punto de vista cognitivo, equivalente a la vida misma. Toda edad es
buena para aprender y cada una tiene sus requerimientos, sus posibilidades y
limitaciones. La prolongación de la vida, por un lado y el mayor conocimiento
acerca de las especificidades de cada edad, por otro, exigen replanteos profundos
en torno a la edad adulta que se agra nda cada vez más y a los aprendizajes en
las diversas etapas de la adultez.
En la educación universitaria, así como en otros niveles educativos, se discute la
pertinencia y eficacia del enfoque que se continúa aplicando. Por esta razón, la
praxis educativa lidera las actuales reformas en la medida en que los docentes
implementan de acuerdo a las exigencias de excelencia, calidad y motivación, su
ejercicio en un intento por reconstruir la identidad de la institución. Les
corresponde a los docentes universitarios, transmitir esa herencia cultural con
eficiencia, competitividad y mentalidad crítica, propiciando a su vez la autonomía
social y cultural del país.
Esto requiere a su vez, de un docente calificado, motivado, reconocido por la
sociedad, capaz de relacionarse con su medio social y sobre todo consciente de
su responsabilidad con los estudiantes y de la unidad de su quehacer personal y
profesional, como modelo de comportamiento ético para las nuevas generaciones
y como orientador en la práctica del docente universitario.
La práctica del docente universitario debe estar fundamentada en la aplicación de
teorías y métodos de enseñanza con el uso de recursos y medios que tengan la
direccionalidad para llegar a sus estudiantes, y llevar la seguridad para inducir un
mejoramiento de su competencia profesional, que no se resuelve mediante el
aprendizaje de meros saberes teóricos o puramente técnicos sino a la orientación
esencial del quehacer educativo con el compromiso del docente.
En la nueva sociedad del conocimiento, la educación juega un papel fundamental
y debe fundamentarse en la búsqueda de la calidad, la competencia y eficiencia
personal por cuanto explica Moreno (2000) no responde a las exigencias del
mundo globalizado y postmoderno; por ello se hacen esfuerzos por transformar la
universidad y por la implantación prácticamente en todo el mundo de reformas
sustanciales de los actuales sistemas educativos, especialmente en el sistema de
formación permanente del docente.
La figura inicia con la representación de las categorías y subcategorías que
emergieron de las entrevistas aplicadas un coordinador, dos docentes y dos
estudiantes de la carrera de Educación Integral adscritos al Instituto Universitario
Monseñor Arias Blanco, Núcleo Maracay, informantes seleccionados para generar
constructos teóricos de la praxis del docente universitarios desde una visión para
la vida.
En ese marco, la educación universitaria debe fundamentarse en una acción
profundamente humanizadora a partir de la cual se hacen las nuevas
proposiciones curriculares dentro de un contexto caracterizado por la armonía, la
solidaridad y la convivencia. Para ello se necesita el desarrollo de programas de
formación permanente en un entorno social altamente competitivo con la
profundización de una educación avanzada para lograr que el proceso educativo
universitario sustituya gradualmente el modelo vigente de aprendizaje que se
adapten rápidamente a los cambios y necesidades de la sociedad.
Se asume aquí que el concepto de educación universitaria sólo se enfoca en
preparar a los estudiantes para encontrar un trabajo, o bien sólo ofrece
información intelectual, está descuidando las necesidades esenciales de los seres
humanos. La solución es una forma de educación que entrene al individuo en lo
que es importante para él, cómo encontrar la felicidad duradera en la vida. En la
realidad de acuerdo con Donald (2000)
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Abril, 2018
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