En Redes Ceilac En Redes Ceilac No 5 | Seite 5

Depósito legal AR2017000223 Número 10065 En Redes Ceilac Año 3. No. 1 Junio, 2019 Martin Heidegger desarrolla su discusión partiendo de dos corrientes filosóficas de la primera década del siglo XX, los cuales son el neokantismo antes expuesto como teoría del conocimiento, y el vitalismo de Nietzsche, Bergson y Dilthey. Pues, Heidegger es quien afirma que “la ontología solo es posible en fenomenología”. (Pulido, J. 2015). Cabe destacar, que este filósofo parte de esta premisa relacionando el ser con el fenómeno, lo que ocurre, que está presente, la realidad que es verdad (Wahrheit). Por su parte, Heidegger sostiene la posición de que no observamos la realidad tal cual, sino como ella se presenta a los seres humanos, por lo que la pregunta ontológica por el carácter de la realidad, debe iniciarse desde el ser humano. Echeverría (2017), señala: Heidegger sustenta su reflexión examinando lo que él llama el Dasein. Este es un término que en alemán significa ser-ahí y que el filósofo concibe como ser-en-el-mundo o el ser en su práctica cotidiana de existir. Para Heidegger el Dasein es la unidad básica de la que es preciso partir y que se presenta, inicialmente, como una unidad indivisible. (p. 2). En consecuencia, la ontología fundamental de este filósofo se basa en la analítica del estudio del Dasein, siendo el problema del ser como tal su finalidad, una vuelta al ser que es el (Sein) como fundamento (Grund), pero también como verdad, profundizando en la metafísica. Es así como la manifiesta Heidegger citado por Navarro (1945 ): “mientras no se piensa la verdad del ser queda toda ontología sin fundamento”. (p. 30). Génesis del Burnout Además, en el 1980 Edelwich y Brodsky, definen el burnout como: “pérdida progresiva del idealismo, energía y motivos vividos por la gente en las profesiones de ayuda, como resultado de las condiciones de trabajo”. Seguidamente, es en 1981 cuando se define el Burnout por Maslach y Jackson como un síndrome psicológico de agotamiento emocional, estos autores desarrollaron un modelo multidimensional que fueron construyendo a través de sus diversas opiniones en cuanto a este fenómeno, pudiendo pronunciarse en los años 1982, 1993 y 2009. Es menester mencionar, que los estudios de Cristina Maslach fueron quienes permitieron desarrollar una definición tridimensional del Burnout el cuál definió como: “síndrome psicológico que implica una respuesta prolongada a estresores interpersonales crónicos en el trabajo” (p. 37). Así mismo, el modelo tridimensional es basado en el agotamiento emocional, la despersonalización y la baja realización personal (ver figura 1), los cuales fueron descritos por Montoya y Moreno (2012), como: - El agotamiento emocional, referido al excesivo esfuerzo físico junto a la sensación de tedio emocional, producto de las continuas interacciones que los trabajadores mantienen entre ellos y con sus clientes. - La despersonalización, percibida como el desarrollo de respuestas cínicas hacia los clientes y actitudes negativas e indiferentes hacia el entorno laboral. - Baja realización personal, manifestada en sentimientos de fracaso, pérdida de confianza en sí mismo y negativo autoconcepto que conlleva a sentimientos de incompetencia en el trabajo. (p. 209). El estrés es descrito por primera vez en 1936, Según Vega (2009), Hans Selye lo define como: “alteraciones fisiológicas resultantes de la incapacidad de un ser vivo para responder apropiadamente a las amenazas físicas o emocionales al organismo”. (p.1). Esto quiere decir que, el estrés se origina de la incapacidad de respuesta del ser vivo ante estímulos que lo alteran, además, cuando esto ocurre en el área laboral de manera reiterativa se conoce hoy día como el síndrome del burnout o estrés crónico laboral. El burnout es también conocido como el síndrome de quemarse por el trabajo (proviene del inglés to burn: quemarse; burnout: haberse quemado), síndrome del burnout, síndrome de aniquilamiento, desmoralización, agotamiento emocional o profesional, sensación de fracaso, descrito por primera vez en 1974 en Estados Unidos por Herbert Freudenberger quién añade a estas definiciones: “la sensación de existencia gastada resultado de una sobrecarga de exigencias de energía, recursos personales o fuerza espiritual del trabajador”, formando parte de lo conocido como fatiga laboral o desgaste profesional. Por su parte, Freudenberger realizó investigaciones en donde identifica las respuestas ante el estrés en voluntarios de una institución de salud, donde se presentaba un desgaste físico en la labor asistencial lo que los llevaba a la desmotivación, llegando a plantearse como estrés crónico laboral con síntomas de trascendencia organizacional e individual. Posteriormente, en 1978 Pines y Kafry lo definen como: “experiencia general de agotamiento físico, emocional y actitudinal”. En relación a ello, según Díaz y Gómez (2016), señalan que: “El Modelo Existencial de Pines es referenciado en los resultados de estudios en donde se aborda el fenómeno desde el Tedium”. (p. 4). De este modo, se conoce en latín Tedium como el aburrimiento. (Ver figura 1). Figura 2. MODELO EXISTENCIAL DE PINES. Fuente: Tacoronte (2018). En el mismo orden de ideas, existen otros autores que han descrito el Síndrome del Burnout en relación a las instituciones laborales, es así como lo establece Montoya y Moreno (2012): Cherniss (1980) lo conceptualiza afirmando que trae graves consecuencias al bienestar psicológico del personal, afecta la moral y las funciones administrativas desempeñadas por los sujetos en la organización. Por su parte, autores como Gil-Monte (2002) y Ortega y López (2004) concuerdan en que el SB es una respuesta al estrés crónico acompañada de sentimientos, actitudes y cogniciones que traen alteraciones psicofisiológicas, y negativas secuelas para las instituciones laborales. (p. 208) Al respecto, cabe destacar que las iniciales SB se refieren al Síndrome del Burnout, además, los autores alegan que el mismo afecta a los actores principales de la organización ocasionando el daño para ambos. Este síndrome se ha venido presentando en diferentes áreas ocupacionales como en el administrativo, salud, educativo, social, económico, psicológico entre otros. La Ontología del Ser y el Burnout en el Docente Figura 1. MODELO EXISTENCIAL DE PINES. Fuente: Tacoronte (2018). Recibido Noviembre, 2018 Aceptado Febrero, 2019 Páginas 4 Es relevante profundizar los aspectos que afectan al ser humano, así como ya se ha expuesto, la realidad es vista desde el punto de vista ontológico. Entonces, relacionando el ser con el hecho de estar ahí, presente, con el burnout se puede establecer que ese ser es el que se ve afectado por el denominado síndrome de quemado. En la actualidad, El quehacer del docente, se circunscribe a la enseñanza, además, va más allá de cumplir con un pensum académico, la realización de múltiples tareas en cortos periodos de tiempo, la constante interacción con alumnos, compañeros y directivos, carga de matrículas, congresos pedagógicos los fines de semana, la planificación y desarrollo de proyectos 05