En Redes Ceilac. Número 2. 31 de marzo de 2018
DESARROLLO DE COMPETENCIAS EN LOS ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS
COMO PRODUCTORES DE CONOCIMIENTOS
Recibido 08-01-2018 - Publicado 31-03-2018 Msc. Nahem José Blanco Ríos – Universidad Latinoamericana y del Caribe - [email protected]
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En concordancia con lo planteado es importante además recurrir al
discurso oral, a las exposiciones (normalmente, con carácter de
exclusividad), se pudiera leer los textos que sirven de base para la
elaboración de dichos discursos, y a partir de estos, analizar, comparar,
reflexionar, discutir, debatir y confrontar las distintas comprensiones a
las que hayan llegado los participantes.
Por otro lado, en cuanto a la escritura, dicha actividad pudiera dar origen
a la composición de ensayos, resúmenes, síntesis, descripciones,
monografías e investigaciones, si existe el temor de que los estudiantes
no están preparados para leer textos de mucha profundidad, qué mejor
oportunidad que esta de formarlos.
Información vs. Conocimiento
Generalmente, en las aulas de clases universitarias, se promueve una
relación enseñanza- aprendizaje (docente/alumno) pasiva y
unidireccional, con el supuesto de que los estudiantes no saben y van a
la universidad a aprender, y que los docentes, los eruditos, quienes sí
dominan el saber, están allí sólo para enseñar el conocimiento que
ostentan, se les ofrece información, tanto oral como escrita, con el
propósito de que la reciban pasivamente, para que luego la repitan en un
examen (o cualquiera otra modalidad de medición), se espera que lleve
la información del discurso del profesor a las respuestas de los
exámenes, del texto impreso a las respuestas de los exámenes.
Continuando con el planteamiento, es necesario conocer que para que la
información se transforme en conocimiento, los estudiantes deben
primero comprender la información y luego, asimilarla, aprenderla,
proceso que implica tiempo, reflexión, discusión y confrontación,
debemos tomar conciencia de la necesidad de hacer de los salones de
clases lugares donde se promueva la construcción del conocimiento a
través de la discusión democrática y no de la imposición de criterios, y el
análisis, la reflexión sobre lo que se expone, se lee y se escribe, es
preciso crear situaciones de aprendizaje en las que los estudiantes
puedan aportar sus conocimientos en la construcción de interpretaciones
objetivas de la información.
Según Lerner (1985), cuando hablamos de comprensión de lo leído, no
podemos pensar que existe una sola forma de comprender cada texto, la
comprensión es individual, relativa, los lectores producen
interpretaciones originales de lo que leen, ya que asimilan el texto a sus
propios instrumentos cognoscitivos, es por ello, que depende de
factores, tales como: competencia comunicativa, conocimientos previos,
concepción del mundo, experiencias previas en lectura y escritura,
propósitos de la lectura y todo el componente afectivo.
Como complemento a esta visión de la comprensión, “un texto no es
más que un conjunto de marcas de tinta sobre una página (...) cualquier
cosa que el lector perciba en el texto letras, palabras, significados
depende del conocimiento previo que posean” (Smith, 1990, p. 15), sin
embargo, esas palabras que configuran el texto pueden contener
información valiosa que una vez procesadas y analizadas podemos
convertirlas en conocimiento.
Es por ello, que si se les permite a los estudiantes expresar las
comprensiones a las que han llegado, si tienen la posibilidad de
confrontarlas con las de sus pares y con la del profesor, es posible que
se llegue, como bien lo expone Lerner (1985), a interpretaciones más
objetivas, producto de este proceso, la información se puede convertir en
conocimiento.
En contraparte, se plantea que el estudiante, indispensable y
permanentemente, comprenda lo que escuche y lo que lea, lo confronte
con sus esquemas y con los de los demás, para que paulatinamente lo
vaya asimilando, una vez comprendido, será más fácil reconstruir,
parafrasear, resumir, sintetizar, analizar, citar, y memorizar, la
información estudiada.
El exceso de transmisión oral predominante en clases, con el propósito
de que lo dicho sea repetido, inhibe la comprensión e imposibilita el
aprendizaje, si se espera que los estudiantes repitan pasivamente lo que
el docente expone, o su interpretación de los textos leídos, ellos no
lograrán aprenderlos, si no hay comprensión, la escritura se hace difícil
si no imposible, además, es preciso hacer hincapié en lo siguiente; nadie
escribe sobre lo que no sabe, sobre lo que no comprende, sobre lo que
no tiene conocimientos, escribir, en este contexto, es el proceso de
construcción, de descubrimiento de significados, en el que se expresa la
manera como el escritor comprende un tema, o un aspecto de la
realidad, si los estudiantes no han comprendido la información
presentada, si no han iniciado su asimilación, será imposible que
compongan textos comprensibles sobre los temas tratados.
Retomando las ideas anteriores, podemos ilustrar la idea de la siguiente
manera: las relaciones recursivas, cíclicas, exigen transformar el
apuntismo en la toma de notas, la copia al caletre, de memoria, sin estar
precedida por la comprensión, no contribuye con el desarrollo de los
procesos superiores del pensamiento de los estudiantes ni con sus
competencias como usuarios de la lengua escrita, la información no es
conocimiento.
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