ELEVANGELIO DE LOS ESENIOS | Page 98

A la hora de la madrugada lavará su cuerpo con agua fresca y saludará con regocijo a su Madre Tierra. A la hora de la madrugada inhalará al aire lleno de fragancia y saludará con alegría a su Madre Tierra. Y durante el día, trabajará con sus hermanos en el Jardín de la Hermandad. Y a la hora del crepúsculo se reunirá con sus hermanos y juntos estudiarán las palabras santas de nuestro padres y de los padres de nuestros padres y aún hasta las palabras de nuestro Padre Enoch. Y cuando las estrellas estén ya en la altura de los cielos, se comunicará con los santos ángeles del Padre Celestial. Y su voz se levantará con alegría hasta el altísimo diciendo: Adoramos al Creador, al Hacedor de todas las cosas buenas, a la Mente bondadosa, a la inmortalidad de la Ley y al fuego sagrado de la Vida; le ofrecemos a la Ley la Sabiduría de la lengua, el idioma sagrado, las buenas acciones y las palabras dichas correctamente; concédenos Padre Celestial que podamos hacer descender la abundancia hasta el mundo que Tu has creado, concédenos también que podamos desterrar el hambre y la sed del mundo que Tu has creado y que podamos desterrar la vejez y la muerte del mundo que creaste. Oh, clemente y misericordioso Padre Celestial, concédenos que nuestros pensamientos sean de acuerdo con la Ley, que nuestras palabras sean de acuerdo con la Ley y que nuestras acciones estén de acuerdo con la Ley. Padre Celestial, ¿cuál es la invocación más digna de grandeza y benevolencia? Hijos de la Luz, es aquella que uno recita cuando está despertando y levantándose del sueño, si a la vez se han tenido buenos pensamientos, se han dicho palabras bondadosas y se han hecho buenas acciones y si se han rechazado los malos pensamientos y se han evitado las malas palabras y las acciones indignas. El primer paso que dio el espíritu del Hijo de la Luz, lo situó en el paraíso del buen pensamiento, el santo reino de la Sabiduría. El segundo paso que dio el espíritu del Hijo de la Luz lo colocó en el paraíso de la palabra bondadosa, el santo reino del Amor. El tercer paso que dio el espíritu del Hijo de la Luz lo 98