LA HERMANDAD.
Mirad, cuán bueno y agradable es para los Hijos de la Luz,
el vivir juntos en la unidad. Porque el Padre Celestial ha
ordenado la Ley para que haya Hermandad y Vida eterna.
La Ley fue plantada en el Jardín de la Hermandad para iluminar los corazones
de los Hijos de la Luz y para hacerles mas directos los siete y siete senderos
que conducen al Arbol de la Vida, el cual está en medio del Mar eterno.
La Ley fue plantada en el Jardín de la Hermandad, para que ellos pudiesen
reconocer a los espíritus de la verdad y a los espíritus de la falsedad, para que
pudiesen reconocer la Verdad que brotó de la fuente de Luz y la falsedad que
nació del pozo de las tinieblas.
El gobierno de todos los Hijos de la Verdad, está en las manos de los poderosos
ángeles de la Luz, para que ellos puedan andar por los caminos de la Luz.
Los Hijos de la Luz son los servidores de la Ley y el Padre Celestial no se
olvidará de ellos. El ha borrado sus errores que eran como un denso nubarrón,
El ha encendido la Luz de la Verdad dentro de sus corazones.
Cantad oh cielos, gritad, oh vosotras que sois las regiones inferiores de la tierra,
prorrumpid en cánticos, vosotras montañas, tu, selva y todos los árboles que
estáis en ella.
Porque el Padre Celestial ha encendido su llama en los corazones de los Hijos
de la Luz y se ha glorificado en ellos.
La Ley Santa del Creador purifica a los seguidores de la Luz, de todo mal
pensamiento, de toda palabra maligna y de toda mala acción, así como el viento
veloz que es fuerte y rápido limpia la llanura.
Que la palabra sagrada sea enseñada al Hijo de la Luz que lo desee, durante la
primera vigilia del día y durante la última, durante la primera vigilia de la noche y
durante la última, que su mente se expanda en inteligencia y que su espíritu
crezca fuerte en la Ley Santa.
A la hora de la madrugada, mirar