ELEVANGELIO DE LOS ESENIOS | Page 94

Con los buenos pensamientos, las palabras bondadosas y las buenas acciones, será purificado el fuego, será purificado el agua, será purificada la tierra, serán purificadas las estrellas, la luna y el sol, y serán purificados el hombre y la mujer fervorosos y la Luz eterna e infinita aparecerá diáfana y pura y será purificado el Reino de la Madre Tierra y el Reino del Padre Celestial y serán purificadas todas las cosas que fueron hechas por la Ley, cuya Hija es la Creación llena de santidad. Oh Hijos de los Hombres, por obtener los tesoros del mundo material, no vayáis a renunciar al mundo que la Ley os ofrece; porque aquel que con tal de obtener los tesoros del mundo material, destruye en si mismo el mundo de la Ley, no tendrá ni fuerza vital, ni Ley, ni Luz celestial. Pero el que camina con los ángeles y sigue el camino de la Ley Santa, obtendrá todas las cosas buenas y entrará al Mar Eterno donde está el Arbol de la Vida. Las enseñanzas de la Ley son perfectas, porque transportan el espíritu desde las tinieblas hasta la Luz; el testimonio de la Ley es firme, porque al hombre humilde lo convierte en sabio, los dictados de la Ley son rectos porque alegran el corazón. Los mandamientos de la Ley son puros, porque iluminan los ojos, porque dan Luz a la vista. La verdad de la Ley es pura y dura por siempre. Que los Hijos de la Luz triunfen en cualquier lugar de los cielos y la Tierra. En nuestras oraciones aspiremos el hálito de la Ley Santa, oh Padre Celestial, cuán hermoso son Tus tabernáculos. Mi espíritu suspira y languidece, si, por el Arbol de la Vida que está en medio del Mar eterno. Mi corazón y mi carne claman por el Dios viviente, si, el gorrión encontró un lugar y la golondrina un nido para ella, donde puede aquietar su cría. Los Hijos de la Luz, quienes trabajan en el Jardín de la Hermandad, habitan dentro de la Ley Santa. Benditos sean los que viven allí. LOS ANGELES. El Padre Celestial dio a Sus ángeles un encargo respecto a ti; y ellos te llevarán sobre sus manos hasta el Arbol de la Vida, que está en medio del Mar Eterno. 94