Los pastos se cubren con las manadas de animales y los valles también están
cubiertos de cereal y dan voces de júbilo y también cantan.
Oh Padre Celestial, trae hasta la Tierra el Reino de la Paz. Entonces
recordaremos las palabras de aquel que desde tiempo atrás Le enseñó a los
Hijos de la Luz:
Venid a mi todos los que estéis fatigados y los que sufrís penas y aflicción,
porque mi Paz os fortalecerá y confortará. Porque mi Paz se excede en plenitud
de regocijo.
Por eso siempre te saludo de esta manera: La Paz sea contigo, por eso
saludaos siempre el uno al otro de esta manera, para que pueda descender
sobre vuestro cuerpo la Paz de vuestra Madre Tierra y sobre tu espíritu la Paz
del Padre Celestial.
Y entonces, también encontrareis la Paz entre vosotros mismos, porque el Reino
de la Ley está dentro de vosotros. Y respondedle a vuestros hermanos y dadles
vuestra Paz, felices son los que se empeñan en la Paz, porque ellos hallarán la
Paz del Padre Celestial.
Y dadle a cada uno vuestra Paz, así como os he dado mi Paz. Porque mi Paz es
de Dios.
La Paz sea contigo. La Paz sea con vosotros.
EL PADRE CELESTIAL.
En el Reino de los cielos hay cosas extrañas y maravillosas,
porque por Su palabra existen todas las cosas. Pero aún hay
grandes cosas ocultas, más de lo que éstas pueden ser,
porque no hemos visto sino un poco de sus obras.
El Padre Celestial ha hecho todas las cosas
La belleza de los cielos y la gloria de las estrellas, dan luz en los altos lugares
del Mar celestial. Ellos son centinelas del Altísimo que continúan en sus sitios y
nunca descuidan su vigilancia.
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