Lo tierno de nuestra carne es nacido de la carne de nuestra Madre Tierra, cuya
carne –como cera amarilla y roja, está en las frutas de los árboles y nos nutre en
los surcos de los sembrados.
Nuestras entrañas son nacidas de las entrañas de nuestra Madre Tierra y se
esconden a nuestros ojos así como las profundidades invisibles de la tierra.
La luz de nuestros ojos, el oír de nuestras orejas, ambos son nacidos de los
colores y sonidos de nuestra Madre Tierra, la cual nos envuelve, como las olas
del mar al pez; como el remolino de aire al ave.
De cierto, de cierto os digo: el hombre es el hijo de la Madre Tierra y de ella
recibieron los Hijos de los Hombres todo su cuerpo. De igual manera como el
cuerpo de un recién nacido ha venido al mundo, es nacido del vientre de su
madre.
De cierto os digo, sois uno con vuestra Madre Tierra, Ella está en vosotros y
vosotros en Ella. De Ella nacisteis, en Ella vivís y a Ella volveréis de nuevo.
Guardad, por lo tanto, sus preceptos, porque nadie alcanzará larga vida, ni será
feliz sino el que honra a su Madre Terrenal y obedece sus preceptos.
Porque vuestro alimento es su alimento, vuestra sangre su sangre. Vuestros
huesos son sus huesos, vuestra carne su carne, vuestras entrañas sus
entrañas.
Vuestros ojos y vuestros oídos son sus ojos y oídos.
De cierto, de cierto os digo, si faltaréis a uno solo de estos preceptos, si
dañareis solo uno de vuestros miembros, os lamentareis en vuestro dolor y
enfermedad y allí será el llanto y el crujir de dientes. De cierto os digo, a no ser
que sigáis las leyes de vuestra Madre Tierra, vos no podéis escapar de la
muerte. Y el que se apega a la ley de su Madre, a él se apegará su Madre
también. Sanará todas sus plagas y jamás enfermará. Ella le alargará la vida y le
protegerá de toda aflicción. Del fuego, del agua, de la picadura de serpientes
venenosas. Porque vuestra madre os parió y mantiene la vida en vos. Os ha
dado vuestro cuerpo, solamente ella puede curaros.
Felices los que aman a su Madre y reposan en paz sobre su seno. Porque
vuestra Madre os ama, aún cuando la abandonéis. Y ¿Cuánto más os amará si
volvéis a Ella de nuevo?
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