Honra a tu Madre Terrenal para que tus días puedan ser largos en la tierra y
honra a tu Padre Celestial para que tengas vida eterna en los cielos, pues los
cielos y la tierra te son dados por la Ley, que es tu Dios.
Saludarás a la Madre Terrenal en la mañana del sábado.
Saludarás al Angel de la Tierra en la segunda mañana.
Saludarás al Angel de la Vida en la tercera mañana.
Saludarás al Angel del Regocijo en la cuarta mañana.
Saludarás al Angel del Sol en la quinta mañana.
Saludarás al Angel del Agua en la sexta mañana.
Saludarás al Angel del Aire en la séptima mañana.
Todos estos ángeles de la Madre Tierra saludarás y te consagrarás a ellos para
que puedas entrar al Jardín Infinito en donde está el Arbol de la Vida.
Adorarás a tu Padre Celestial en la tarde del sábado.
Comulgarás con el