enviará cada noche, a vos, para que edifiquéis vuestro espíritu así como cada
día la Madre Tierra envía sus ángeles para que visiten vuestro cuerpo, porque
en verdad os digo, si en el día vuestra Madre Tierra os estrecha en sus brazos, y
en la noche vuestro Padre Celestial sopla su aliento sobre vos, ento