ELEVANGELIO DE LOS ESENIOS | Page 34

Pues todo lo que mata a vuestros alimentos, mata a vuestros cuerpos también. Y todo lo que mata a vuestros cuerpos, mata también vuestras almas. Y vuestros cuerpos vendrán a ser lo que vuestros alimentos sean, así como vuestros espíritus vendrán a ser lo que vuestros pensamientos sean. Por lo tanto, no comáis nada que el fuego, la escarcha o el agua hayan destruido. Porque los alimentos quemados, helados o podridos, quemarán, helarán y pudrirán también vuestros cuerpos. No seáis como el agricultor tonto, quien sembró en su terreno semillas cocidas, heladas y podridas. Y llegó el otoño y su campo no produjo. Y grande fue su aflicción