Aún en este caso vuestro Padre Celestial os perdona todas vuestras deudas en
siete veces siete días.
CAPITULO XVII.
Felices los que perseveran hasta el fin pues los demonios de Satanás escriben
todos vuestros malos hechos en un libro. En el libro de vuestro cuerpo y vuestro
espíritu.
En verdad os digo, no hay ni un solo hecho erróneo que no esté escrito aún
desde el principio del mundo, ante nuestro Padre Celestial. Porque podréis
escapar a las leyes hechas por los reyes, pero de las leyes de vuestro Dios,
ninguno de los Hijos del Hombre puede escapar.
Y cuando vengáis a la presencia de Dios, los demonios de Satanás serán
testigos en contra vuestra, con vuestros hechos. Y Dios ve vuestros errores
escritos en el libro de vuestro cuerpo y de vuestro espíritu y siente hondo pesar
en su corazón.
Pero si os arrepentís de vuestros errores con ayuno y oración, buscáis los
ángeles de Dios. Entonces los ángeles de Dios –por cada día que continuéis en
ayuno y en oración, borrarán un año de vuestras malas acciones, del libro de
vuestro cuerpo y de vuestro espíritu.
Y cuando la última página haya sido borrada y limpiada de todos vuestros
errores y os presentéis ante la faz de Dios, Dios se regocijará en su corazón y
olvidará todos vuestros errores. El os libra de las garras de Satanás y de los
sufrimientos. El os lleva a su morada y manda que os sirvan todos sus siervos,
todos sus ángeles. Larga vida os da y no veréis jamás enfermedades.
Y si, en lo sucesivo, en vez de errar, pasáis vuestros días haciendo buenas
obras, entonces los ángeles de Dios escribirán todas vuestras buenas obras en
el libro de vuestro cuerpo y de vuestro espíritu. De cierto os digo, ninguna buena
obra queda sin ser escrita delante de Dios, ni desde el principio del mundo pues
vuestra recompensa, de vuestros reyes y vuestros emperadores puede que
jamás venga, pero la recompensa de parte de Dios por vuestros buenos hechos,
no faltará jamás.
Y cuando vengáis a la presencia de Dios, sus ángeles son testigos en vuestro
favor de vuestros buenos hechos. Y Dios ve vuestras buenas obras escritas en
vuestro cuerpo y en vuestro espíritu y se regocija en su corazón. El bendice
vuestro cuerpo y vuestro espíritu y todas vuestras buenas obras. Y, os da como
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