Os hablo por parábolas para que podáis comprender mejor la palabra de Dios.
Los siete años de glotonería y embriaguez y de vida licenciosa, son los errores
pasados. El malvado acreedor es Satán. Las deudas son las enfermedades. Los
trabajos duros, los dolores. Y los hijos pródigos sois vosotros. El pago de las
deudas, consiste en desalojar de vuestros cuerpos los demonios y las
enfermedades y el saneamiento de vuestro cuerpo. La bolsa de plata recibida
del padre consiste en el poder salvador de sus ángeles. El padre es Dios. Las
posesiones del Padre son: El Cielo y la Tierra. Los siervos del Padre son los
ángeles. El campo del Padre es el mundo, el cual es transformado en el Reino
de los Cielos, si los Hijos del Hombre obran de conformidad con los ángeles del
Padre Celestial.
Porque os digo, es mejor que el Hijo obedezca a su Padre y vigile a los siervos
de su Padre en el campo, que ser el deudor de un malvado acreedor y trabajar y
sudar en servidumbre para así pagar sus deudas. De igual manera, es mejor
que los Hijos de los Hombres obedezcan las Leyes de su Padre Celestial y que
trabajen en su Reino conjuntamente con sus ángeles, que ser los deudores de
Satanás, el amo de la muerte y de todo error y enfermedad; y de que sufran
dolores y penalidades, con el sudor de su frente hasta que hayan pagado todos
sus errores.
CAPITULO XVI.
En verdad os digo, grandes son y muchos vuestros errores. Por muchos años
habéis cedido a las seducciones de Satanás, habéis vivido en glotonería,
embriagueces y fornicación.
Y vuestras deudas se han multiplicado y ahora debéis paga ɱ