ELEVANGELIO DE LOS ESENIOS | Page 130

apacible cae desde sus dedos y él les trae paz y fuerza a todos aquellos que se le acerquen. De este modo, por lo tanto, pídanle a vuestro Padre Celestial, cuando el sol esté alto al mediodía: Padre Nuestro que estás en el cielo, envía a todos los Hijos de los Hombres, Tu Angel de Paz y envía a aquellos de nuestra simiente y de nuestra sangre el Angel del Amor, para que la Paz y Armonía puedan morar en nuestra casa por siempre. Entonces el Hijo del Hombre buscará paz con los otros Hijos de los Hombres, incluso con los fariseos y sacerdotes, con limosneros y desamparados y hasta con reyes y gobernadores. Porque todos son Hijos de los Hombres, cualquiera que sean sus condiciones, cualquiera que sean sus profesiones, sea que sus ojos hayan sido abiertos para ver los reinos celestiales o que aún caminen en oscuridad e ignorancia. Porque la justicia de los hombres puede recompensar al indigno y castigar al inocente, mas la Ley Sagrada es la misma para todos, sea limosnero o rey, sea pastor o sacerdote (N.E.: la referencia de Jesús cuando se abusa de un menor es severa; no hay posibilidad de escudarse bajo la