Hombres construyen un puente de Luz para llegar a Dios. (N.E.: El Puente del
"Arco Iris" o Antakarana del que se habla en el apéndice E.)
De este modo, por lo tanto, pídanle a vuestro Padre Celestial cuando el sol esté
alto al medio día: Padre Nuestro que estás en el cielo, envía a todos los Hijos de
los Hombres Tu Angel de Paz y envía a nuestros pensamientos el Angel del
Poder, para que podamos romper los lazos de la muerte.
Entonces el Hijo del Hombre buscará la Paz con sus propios sentimientos, para
que su familia pueda deleitarse en su amorosa bondad, incluso su padre, madre,
su esposa, sus hijos y los hijos de los hijos. Porque el Padre Celestial es un
ciento de veces más grande que todos lo padres por simiente y por sangre y la
Madre Tierra es un ciento de veces más grande que todas las madres por
cuerpo y vuestros verdaderos hermanos son todos aquellos que hacen la
voluntad de vuestro Padre Celestial y de vuestra Madre Tierra y no vuestros
hermanos por sangre. No obstante verán al Padre Celestial en vuestro padre por
la simiente y vuestra Madre Tierra en vuestra madre por el cuerpo. Porque
¿acaso estos no son también hijos del Padre Celestial y de la Madre Tierra?
No obstante, amarán a vuestros hermanos por sangre así como aman a todos
vuestros hermanos verdaderos quienes caminan con los ángeles. Porque
¿acaso no son éstos también hijos del Padre Celestial y de la Madre Tierra?
Les digo en verdad, es más fácil amar a aquellos recién conocidos, que aquellos
de nuestra propia casa, que han conocido nuestras debilidades, escuchado
nuestras palabras de cólera y nos han visto en nuestra desnudez; porque ellos
nos conocen así como nos conocemos a nosotros mismos y nosotros estamos
avergonzados; entonces acudiremos al Angel del Amor para que entre en
nuestros sentimientos y éstos sean purificados. Y todo lo que antes fue
impaciencia y discordia, se tornará en armonía y paz, así como la tierra reseca
absorbe la lluvia apacible y se convierte en verde, suave y tierna con vida nueva.
Muchos y dolorosos son los sufrimientos de los Hijos de los Hombres cuando no
se unen al Angel del Amor. Verdaderamente un hombre sin amor lanza una
sombra oscura sobre todos con quienes se encuentra y sobre la mayoría de
aquellos con quienes él vive; sus palabras ásperas y coléricas caen sobre sus
hermanos como el aire fétido levantado de un charco estancado. Y él sufre más
al pronunciarlas porque la oscuridad que lo encierra atrae a Satán y a sus
demonios.
Pero cuando él acude al Angel del Amor, la oscuridad es dispersada y la luz del
sol fluye de él y los colores del arco iris giran alrededor de su cabeza y la lluvia
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