ELEVANGELIO DE LOS ESENIOS | Page 119

estaba radiante con vida, así como el pasto y las plantas que cubrieron los cerros hasta muy adentro de los distantes campos y más allá. Y Jesús frotó suavemente con sus manos el pasto de la olla, tan suave como El tocaría la cabeza de un pequeño niño. Y Jesús dijo: Felices ustedes, Hijos de la Luz, porque han entrado en el camino de lo inmortal y caminan en el sendero de la verdad, así como lo hicieron vuestros padres desde la antigüedad, quienes fueron enseñados por los Grandes. Con los ojos y oídos del espíritu ven y escuchan las visiones y sonidos de la Madre Tierra: el cielo azul donde mora el Angel del Aire, el espumoso río donde fluye el Angel del Agua, la Luz dorada, la cual fluye desde el Angel del Sol. d