ELEVANGELIO DE LOS ESENIOS | Page 104

Te doy gracias, Padre Celestial, pues me has elevado a una altura eterna y camino entre las maravillas de la pradera. Me guiaste desde las profundidades de la Tierra hasta alcanzar Tu eterna compañía. Has purificado mi cuerpo para unirme al ejército de los ángeles de la Tierra y mi espíritu para alcanzar la congregación de los ángeles celestes. Le diste eternidad al hombre para alabar con canciones de júbilo en la alborada y en el ocaso tus obras y maravillas. Oh vosotras, todas las obras del Orden Celestial, bendecid la Ley; alabad y exaltad la Ley sobre todas las cosas y por siempre. Oh vosotros, cielos todos, bendecid las Ley; alabad y exaltad la Ley sobre todas las cosas y por siempre. Oh vosotros, ángeles del Padre Celestial y vosotros, ángeles de la Madre Tierra, bendecid la Ley; alabad y exaltad la Ley sobre todas las cosas y por siempre. Oh vosotras, todas las aguas que estáis sobre los cielos, bendecid la Ley. Oh vosotros, todos los poderes de los santos ángeles, bendecid la Ley. Oh vosotros, Sol y Luna, bendecid la Ley. Oh vosotras, estrellas del cielo, bendecid la Ley. Oh vosotros, lluvia y rocío, bendecid la Ley. Oh vosotros, todos los vientos, bendecid la Ley. Oh vosotros, fuego y calor, bendecid la Ley. Oh vosotros, invierno y verano, bendecid la Ley. Oh vosotros, Luz y oscuridad, bendecid la Ley. Oh vosotros, rocío y tormentas de nieve, bendecid la Ley. Oh vosotros, noches y días, bendecid la Ley. Oh vosotros, relámpagos y nubes, bendecid la Ley. 104