-Quédate debajo de la ventana rota, cuando sal-
ga, atrápale.
El oficial Fuentes entró por esa ventana rota y le
buscó por todos lados, pero no le encontró. También
se dio cuenta de que no estaba ninguna de las esta-
tuas Swarovski. El oficial Gutiérrez agarró una de las
piezas del vidrio de la ventana. Cuando volvió el ofi-
cial Fuentes, el oficial Gutiérrez le mostró la pieza. El
oficial Gutiérrez tiene afasia de broca, o sea, casi no
puede hablar.
-A, a, ana.—dijo el oficial Gutiérrez
-Sí, hay que analizarlo. Esta noche nos quedare-
mos aquí. Ahora tenemos que ir al juicio. Primero
vamos por María y el doctor.
Cuando los oficiales se fueron, Carlos salió del
horno y salió de la casa con su bolsa.
A las dos de la tarde, empezó el juicio de Pablo.
Estaban presentes los oficiales, el doctor Florencio,
María y mucha gente suya. El corte pegó su martillo
en la mesa, todos se callaron y empezó a hablar.
-Pablo González. ¿Cuál fue la causa del asesina-
to?
-El robo.
-¿Y por qué asesinaron a los niños?
-Cuando apenas estábamos en frente de la puer-
ta, los niños la abrieron y nosotros dijimos “Déjennos
entrar o mataremos a toda su familia”. En ese mo-