El Zaraguato Diciembre-Febrero 2017 | Page 18

Era .

Yo también supe amar , pero a partir de la primera vez , no quise volver a arriesgarme .
Tenía unos 13 en aquella ocasión , y no me digas que era capricho de niña , estoy segura de que lo que sentí era amor . Quizá el primer error radica en nuestras edades , puesto que él tenía 22 . Era fácil aprovecharse de una niña como yo , idiota , sin un ápice de amor por sí misma . Las marcas en mi cuerpo , mi sobrepeso , mi rostro pecoso , mi ojo pequeño . Sí , él solía proclamar su amor por cada uno de estos defectos . Decía que vivía pensando tan sólo en hacerme feliz . Me remarcó en innumerables ocasiones que era preciosa . Pero yo sabía que no lo era .
Recuerdo amargamente su primera ausencia .
Un día sólo no tomó el teléfono , no respondió mensajes . Sus amigos no querían hablarme de ello . Claro , era muy estúpida para entenderlo , para comprender el motivo de sus acciones , para saber por qué intentar arrancarse la vida que yo tanto le adoraba . No obstante , lo entendí . Entendía mejor que nadie el impulso sobrehumano que te arrastra a la playa de la locura . Yo también lo intenté antes de conocerlo , más , a mí la cobardía me contuvo . Y lo sigue haciendo .
Le lloré durante 4 meses , y rogué al coma que abandonara su cuerpo . Me decía su mejor amiga que mis cartas parecían agradarle , pero yo no quería sus simpatías , lo quería a él abrazándome .
Despertó . Pero no volvió a mí . Con su mejor amiga se comprometió .