ciles, colaborar con algún anciano en sus
problemas de salud, etc. etc.
En algún momento me sentí con cierto
grado de complejo, al ver que pasaban los
años y era un encargado, cuando en reali-
dad creía tener capacidad para un traba-
jo mejor, pero pensando a fondo esa si-
tuación, un día me dí cuenta que cualquier
trabajo es digno, uno es el que lo hace así
o el que sea miserable.
Valoré la relación que teníamos con los
propietarios, y vi que éramos respetados,
porque además siempre pusimos las cosas
en claro, hablando cara a cara en caso de
algún mal entendido o conflicto, y por eso
nos respetaron siempre.
- ¿Contanos de tu parte artística, ya
dibujabas en Uruguay y seguiste desa-
rrollando esa veta acá?
- Si, paralelamente a mis trabajos, me
fui relacionando con el mundo del dibu-
jo, asistí a la Asociación Argentina de
Dibujantes e incluso pertenecí, con el
tiempo, a la comisión directiva. Me hacía
lugar para también asistir a clases de di-
bujo con modelo vivo por varios años. En
cierto momento conocí a Patricia Messia-
no y Hugo Airoldi, quienes junto a Omar
Plá hacían el programa “Medio Mundo”, y
comencé a incursionar en el mundo de la
radio.
También a través de ellos me vinculé con
el programa “Por el Mismo Camino” y por
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