varios años colaboré con una columna so-
bre artistas uruguayos y latinoamerica-
nos. Muchas otras actividades fueron po-
sibles gracias al trabajo como encargado,
el que nos brindaba un sueldo y vivienda
digna y así poder aprovechar el tiempo li-
bre… y a muchas tareas relacionadas con
lo que siempre quería hacer, es decir di-
bujar y pintar.
También conocí y me vinculé con URU,
lo que me dio otra posibilidad de expo-
ner mis trabajos y lo principal, tener muy
buenos amigos.
Los mismos amigos que nos habían avisado
de esa posibilidad de trabajo, nos pasaron
el dato de una cooperativa de viviendas
en la cual estuvimos mucho tiempo para
que se comenzara el proyecto. Cuando en
el año 2000 nos entregaron las llaves del
departamento no lo podíamos creer, este
país al que habíamos llegado y en el que
yo nunca había pensado en quedarme, nos
brindaba una vivienda digna y muy linda...
era una situación rara, debo confesarlo.
- ¿Lograste jubilarte?
Cuando me llegó la edad de jubilarme, ac-
cedí a ese beneficio inmediatamente, ya
que teníamos la vivienda y además había-
mos planteado al consorcio la posibilidad
que mi esposa continuara como encargada
y yo la secundaba si fuera necesario, y
por primera vez tenía libertad absoluta
para moverme tanto en trabajos como en
mi actividad dentro del arte. Aprovecha-
mos mucho ése período ya que podía de-
dicarme también a ir armando el depar-
tamento. Y así en algún momento tenerlo
como nuestro hogar.
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A los cuatro años de mi jubilación, pudo
hacerlo mi esposa gracias al plan de la
presidenta Cristina Fernández.
Aún así, una vez jubilada en el edificio
nos pidieron si podíamos quedarnos unos
meses más porque en esos momentos es-
taban haciendo las instalaciones de gas
nuevas por los problemas que hubieron en
muchos lugares, accedimos y a los tres
meses, cumplimos con nuestro deseo de
dar fin a esa etapa que en general fue
buena, el día de la partida estaban mu-
chos de los consorcistas para despedir-
nos, besos, abrazos y algún lagrimón de
por medio, partimos.
- ¿Qué reflexión te merece a la distan-
cia, aquella etapa de tu vida?
Ya pasaron algunos años y aún recorda-
mos nuestra vida en ése lugar, demás está
decir que hemos mantenido una muy bue-
na relación con los propietarios que van
quedando ya que muchos de ellos se han
mudado.
Y para finalizar digo que ser encargado es
un trabajo en el que ser bueno o malo de-
pende de uno mismo, es un trabajo digno
y con muchas ventajas si se lo sabe llevar.
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