José Batlle y Ordoñez, Emilio Frugoni uno de los fundadores del Partido Socialista y Julia Arévalo
quién junto a Eugenio Gómez y Celestino Mibelli fundaron el Partido Comunista del Uruguay
presente que ni los conflictos de intereses
entre patrones y obreros dejaron de existir,
ni toda la legislación se logró de la noche
a la mañana y que además el partido
Colorado tenía en su seno un histórico
sector conservador con el que Batlle debía
pactar y que después del “alto de Viera” de
1916 tuvo mucha más influencia.
En 1917 (año de la Revolución Rusa) y 1918
hubo en el país una marcada conflictividad social,
expresada en diferentes huelgas que enfrentaron
una represión inesperadamente violenta. Los
dirigentes obreros estuvieron influenciados
por las noticias que llegaban de Rusia y
posteriormente por el intento revolucionario
del grupo Bandera Roja en Alemania. También
la poderosa movilización obrera argentina que
culminaría en la llamada “semana trágica” de
1919 tuvo una notable influencia en el movimiento
sindical.
Huelgas de los obreros de la carne, de
los tranviarios, de los portuarios orientados
por anarquistas y socialistas. El gobierno
de Feliciano Viera (batllista de origen)
pasó de una actitud inicial de moderación
a desarrollar una represión de notable
violencia.
SOCIALISTAS Y COMUNISTAS EN EL
URUGUAY
Hasta 1921 el socialismo nacional
se mantuvo unido detrás del liderazgo
de Emilio Frugoni, abogado, escritor y
parlamentario de alto vuelo. Sin embargo,
coexistían grandes discrepancias sobre el
tipo de sociedad que se pretendía crear en
sustitución del capitalismo, aunque todos
declaraban su adhesión al marxismo y
saludaron el surgimiento de la revolución
rusa.
En 1919 Lenin lanza la idea de crear la
Tercera Internacional, opuesta a la Internacional
Pag 23