El Uru Revista Nº 40 | Page 18

usurpan el botín del Estado, para ganancias empresariales. Por su parte, el presupuesto nacional aprobado para vivienda es realmente esca- so. Son estas contradicciones las que ha- cen que el gobierno tenga un gran debe con la verdadera vivienda de interés social. El problema de la vivienda en Uruguay tiene la gran posibilidad de ser abatido en la me- dida que se tomen las medidas necesarias, para concebir la vivienda de una vez por to- das como un derecho humano fundamental. Numerosos estudios han demos- trado que si un país invierte fuer- temente en salud y educación pero deja de lado la vivienda falta un elemento clave de este triángulo de derechos. Un niño puede ir a la escuela, puede ser atendido de la mejor forma en un hospital público, pero si vive en hacinamiento en la vivienda de su familia, ni su rendi- miento escolar ni su salud serán de calidad. No alcanza con declarar la vivienda de interés nacional ni de inventar “buques in- signia” como el Plan Juntos que han demos- trado ser un verdadero fracaso, porque a la pobreza no se la regulariza manteniendo a la gente en barrios con múltiples proble- mas. Zapicán Rodríguez . Octubre 2017 Pag 18 AMANDA RORRA Amanda ... Hablar de Amanda Rorra remite a analizar un contexto país, donde la colectividad negra uruguaya era poco visible, marginalizada so- cial, política y económicamente. Su historia personal estuvo fuertemente marcada por una madre militante (Carolina Costa), colaboradora directa de la senadora comunista Julia Arévalo, por lo tanto, com- prometida con su tiempo. Es así que desde su corta edad asistió a discusiones y debates entre el Partido Colorado y las ideas socia- listas, en un momento fermental para la so- ciedad uruguaya, por lo que podemos decir que es resultado de su tiempo, fruto de las circunstancias. Su padre (Oscar Rorra) era un cantante de ópera conocido como el “Caruso negro” bri- llante barítono que se mudó a la vecina orilla, pero con quien mantuvo un vínculo profundo y un orgullo por la calidad artística, aunque como muchos artistas de su época no fuera conocido por la sociedad rioplatense. Amanda divide su vida entre su trabajo como cocinera de escuelas de contextos críticos y su activismo social por las personas afrodes- cendientes. Trasgredió, como mujer y afrodescendien- te, códigos no dichos de su tiempo, con una sensibilidad muy especial por los más nece- sitados, en los diferentes campos donde se movía. Trabajó en los comedores de Villa García,