invadió el territorio oriental por el norte al frente
de 7 mil hombres que luego serían más de 10 mil.
la “competencia” y su designio estaría detrás de
la masacre del pueblo paraguayo.
El presidente Aguirre solicita ayuda al caudillo
argentino Juan Saá, al entrerriano Justo José de
Urquiza y al presidente del Paraguay, el Mariscal
Francisco Solano López quién advirtió a los
gobiernos de Argentina y Brasil que consideraría
cualquier agresión al Uruguay “como atentatorio
del equilibrio de los Estados del Plata” pero no
envía tropas directamente pues se lo impedía la
falta de fronteras comunes y la hostilidad de los
gobiernos de Argentina y Brasil.
A Urquiza los brasileros le compraron a precio
de oro sus caballadas y se quedó tranquilo, Saa
no llegó por falta de hombres y como se ha visto
los paraguayos no pudieron llegar aunque por
sus acciones se enfrentarían luego a la “Guerra
de la Triple Alianza” una vez vencido el gobierno
de la República Oriental.
Ante ello le declara la guerra a Mitre y toma
Corrientes. Sabía el Mariscal que después de
controlar al Uruguay vendrían por él, para liquidar
el formidable “proyecto de desarrollo económico
de raíz popular” que se realizaba en el Paraguay,
con sus estancias de la Patria de producción
comunitaria, sus altos hornos, sus industrias
florecientes y su educación. Inglaterra no toleraba
Así las cosas, Leandro Gómez y sus hombres
debieron batirse solos contra las tropas brasileras
y las de Flores que recibirían el apoyo logístico en
municiones y explosivos del gobierno de Mitre.
El 1º de diciembre de 1864, Venacio Flores
el caudillo colorado, que había esquivado
durante más de un año los combates,
envalentonado por la presencia de los
brasileros se acerca a Paysandú con 3500
hombres y le envía al Coronel Leandro
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