El Uru Revista Nº 38 | Page 8

Gómez una nota de ultimátum intimándole la rendición. El Coronel le devuelve la nota con una frase escrita al dorso que decía:“ Cuando sucumba”
La guarnición contaba con 750 hombres, reforzados por el jefe político de Soriano, Juan María Braga, un destacamento de Salto al mando de Tristán Azambuya y una pequeña fuerza entrerriana al mando del mayor Rojas. En total 1080 combatientes que contaban con fusiles a chispa y una pequeña batería de 8 viejos cañones. En frente al principio los 3500 hombres de Venancio Flores más 500 brasileros y una flota de 5 buques al mando del Almirante Tamandaré, todos muy bien armados.
Leandro Gómez junto a su segundo, el coronel Lucas Píriz argentino de nacimiento, se hicieron fuertes en 6 cuadras cuadradas. En el perímetro de esas manzanas se hizo excavar varias trincheras. Al mando de ellas se encontraban Emilio Raña, Pedro Ribero, Federico Aberasturi y Tristán Azambuya. Al frente de una batería Juan María Braga y de la otra el capitán colorado Federico Fernández.
El 6 de diciembre comenzaron los tiroteos. El 9 se convino una brevísima tregua para que las mujeres y niños pudiesen abandonar la ciudad. 15 mujeres prefirieron quedarse y luchar.
Tenás fue la resistencia y las noticias sobre el heroísmo de los defensores comenzaron a correr por todo el país y por Argentina. Los episodios de heroísmo fueron múltiples pero todos destacaron que el alma de la defensa era el propio Coronel Leandro Gómez que no se dio un momento de tregua, parecía estar en todas partes a la vez. Durante todo el mes emitió varias proclamas encendidas de ardor patriótico que leía ante sus hombres. En todas
Pag 8 ellas hay referencias a Artigas y su lucha, señal de la admiración que le profesaban los orientales pese a todas las ignominias que se habían sembrado sobre su nombre.
El 27 de diciembre llega Mena Barreto al mando de un ejército de alrededor de 10 mil soldados. Cuando el Coronel comprobó que se trataba de fuerzas brasileras arengó a sus hombres con palabras tremendas: ¡ Contra Flores, contra la escuadra y contra todos los ejércitos que nos mande el Imperio! Y si nos toca morir, aquí moriremos por la independencia de la Patria. Que cada uno vaya a su puesto de honor. ¡ Independencia o muerte!
El día 31 comenzó la ofensiva final. ¡ Nos están fusilando a cañonazos, escribió Hermógenes Masante, treinta y tantas bocas de fuego vomitan proyectiles sobre nosotros! Tras 52 horas de combate sin parar el 2 de enero la defensa sucumbió. Gómez y algunos de sus oficiales fueron rodeados y tomados prisioneros por un comandante brasilero. El comandante Belén, hombre de confianza de Gregorio Suárez, exigió su entrega y más tarde los fusiló por orden de su jefe, el“ Goyo Jeta”. El primero en morir fue el General Leandro Gómez, luego Braga, Acuña, Fernández, otros oficiales y prisioneros. Las ejecuciones levantaron gran indignación.
Venancio Flores junto a las tropas brasileras entraría más tarde en Montevideo, el 20 de febrero de 1865( otra vez el recuerdo de Ituzaingó) y sería el nuevo gobernador provisional. Formaría parte de la Triple Alianza junto al gobierno de Mitre y el Imperio del Brasil. Destruirían el Paraguay, de un millón y medio de habitantes sobrevivirían solo 250 mil.
Pocos años después durante el gobierno de Máximo Santos, Leandro Gómez que ya