EN URUGUAY
Sus jóvenes años entre Salto, Montevideo
y Paris mezclaron los signos de su vida con
las primeras producciones literarias: Estudió
en Montevideo en el Instituto Politécnico de
Montevideo y en el Colegio Nacional. Con
gran interés por el saber también fundó la
Sociedad de Ciclismo de Salto e hizo el viaje
en bicicleta desde Salto hasta Paysandú (120
km).Empezó a escribir y a estudiar filosofía.
Su primera publicación es un cuaderno con veintidós poemas fechado entre
1894 y 1897. Le siguen dos obras inspiradas en su primer amor, María Esther
Jurkovski. Antes de terminar el siglo,
en 1897 fundó la Revista de Salto.
A ejemplo de lo que hacían todos los jóvenes que optaban por intensificar su cultura
también realizó el viaje iniciático a Europa y
fue a Paris. Pudo hacerlo en virtud del dinero recibido por el suicidio de su padrastro, la
tragedia que lo antecede y el regreso también estuvo marcado por el sinsabor. Volvió pobre, carente y marcado por la oscura
barba con que lo conocemos en su retrato.
Escribió el “Diario de viaje a París” en 1900.
De vuelta en Montevideo con varios amigos fundó el “Consistorio del gay saber” que
a ejemplo de reuniones culturales medievales se proponía dar a conocer las obras de
varios incipientes poetas y escritores uruguayos. El intento, en parte tuvo al poeta
Leopoldo Lugones como inspirador y la tragedia signó el fin del inolvidable Consistorio,
pues, al limpiar un arma con que su amigo Federico Ferrando se iba a batir a duelo
con el crítico Papini Zas, la mano del destino
convirtió el hecho en la dirección fatal de la
bala que mató a Ferrando. El accidente destruyó el Consistorio y provocó la emigración
Horacio Quiroga por Ruben Galusso
Esta obra ilustra la tapa de este número
de nuestra revista
de Quiroga hacia Buenos Aires. Antes había
publicado “Los arrecifes de coral” en 1901.
EN ARGENTINA
Su campo de acción en Argentina fue
el territorio misionero, la selva y el determinismo geográfico con su fuerza y
la imposición de aceptar la realidad, su
fuerza y ejemplo. También obtuvo trabajo en el Colegio Nacional de Buenos Aires
y llevó su escritura al máximo nivel. Como
fotógrafo acompañó a Leopoldo Lugones a
Misiones, donde el poeta argentino buscaba conocer las ruinas jesuíticas. Siguió escribiendo y en 1904 publicó “El crimen
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