pañola construida en Uruguay.
La civilización fue llegando poco a poco
y aunque se trastocó la idea original, se
fueron instalando en la zona distintas corrientes de inmigrantes que llegaron especialmente de Europa, razón por la cual
hacia el año 1867 se decidió aprobar un
nuevo nomenclátor bautizando a sus calles con el nombre del lugar de origen de
sus habitantes.
Desde su comienzo la villa estuvo vinculada a la industria cárnica, primero con
la gran cantidad de saladeros instalados
en la zona en el siglo XIX, que posteriormente dieron paso a los frigoríficos del
siglo XX. Esta fue la época dorada de la villa, donde casi la totalidad de su población
vivía directa o indirectamente de la industria
de la carne.
A mediados de la década de 1950 finalizó
el ciclo inmigratorio uruguayo y se iniciaba
un período de contracción económica que
alcanzaría sus puntos álgidos en la década
del 60 cuando se retiró del país la firma Swift
que regenteaba tres frigoríficos de la zona.
El frigorífico Nacional se mantuvo hasta
1978, cuando el gobierno dictatorial abolió
su monopolio del abasto a Montevideo.
El arroyo Pantanoso delimita claramente el ingreso más directo y de mayor
circulación de entrada y salida desde y
hacia el barrio, siendo el único barrio de
la ciudad que cuenta con esta característica. Tanto es así que en la década del 50,
cuando hubo una prolongada huelga de los
sindicatos frigoríficos y se hacían barricadas
en el puente, se denominó este lugar Paralelo 38, en clara alusión al límite de las dos
Coreas.
Debido a la importancia que había adquirido la Villa, el transporte llega en 1871
por medio de los tranvías a caballos, que
en 1910 pasarían a ser a tracción eléctrica. Posteriormente entraría en funciones el
popularmente llamado “vaporcito del Cerro” transportando a los trabajadores desde Montevideo y atravesando la bahía en,
aproximadamente, en 15 minutos.
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