El Uru Revista Nº 24 | Page 14

Se caracterizaron por tener coros de mas de 30 integrantes que cantaban a tres y cuatro voces con excelentes solistas, y por sobre todas las cosas de haber reemplazado operas y zarzuelas por los nuevos ritmos que conquistaban el gusto popular: foxtrots, fados, pasodobles, tarantelas, tangos… Las troupes no pudieron adaptarse a los nuevos tiempos y conocieron un auge tan espectacular como efímero. La Murga en cambio goza de muy buena salud. Hacia los años 30 y 40 sufre importantes transformaciones. Del la mano del mítico Pepino adopta la actual batería de bombo platillo y redoblante. Las innovaciones de Los Saltimbanquis de Domingo Espert, el “Loco Pamento”, en materia de mímica y de maquillaje. El afianzamiento del repaso humorístico de los sucesos del año para satirizar al poder desde una mirada crítica y burlona, la recurrencia al doble sentido y al humor verde sumadas a una forma de sentir y decir y por sobre todas las cosas una forma de cantar, son los aspectos que identifican a la murga uruguaya actual. Casi todas las grandes murgas que denotan en sus títulos la infalible puntería de la picaresca popular, nacieron en la primera mitad del siglo pasado. Los Patos Cabreros que siempre volvían patos y cabreros de sus proverbiales incursiones por Maroñas; Asaltantes con Patente, que denunciaban con ese título la inoperancia policial ante los anarquistas expropiadores que protagonizaban asaltos espectacul ares como el del Cambio Messina; Araca la Cana, que era el grito con que el “campana” advertía la proximidad del guardia civil del barrio a los canillitas que jugaban al sevelé mientras esperaban los diarios. El caso de Curtidores de Hongos, la decana, es bastante más delicado ya que no es fácil desentrañar el verdadero significado del título, aunque en general se le atribuyen resonancias alucinógenas mi