EL SEÑOR DE LAS SOMBRAS (Biografía no autorizada de Alvaro Uribe) 1 | Page 97
tutelar la vida de los obreros de Urabá, acudiendo a los
procedimientos convencionales, debe pensarse en el apoyo de
fuerzas internacionales de la Organización de las Naciones
Unidas”. “No quiero entrar en polémicas con el gobierno – terminó
Uribe - Quiero simplemente sembrar la idea, proponer este debate,
suscitar una reflexión nacional sobre este tema, ya que con los
procedimientos convencionales con los cuales hemos venido
enfrentando la criminalidad no hemos salido exitosos”.
Aunque el alto gobierno oyó esa propuesta (o alternativa) como
quien oye llover, Uribe siguió trabajando sobre ella, y ahora forma
parte de su agenda internacional. Bajo un eventual gobierno suyo,
la guerra en Colombia se verá enriquecida por la presencia de
tropas extranjeras. Es posible que jamás llegue a concretarse
semejante medida, porque, pese a todo, los mecanismos
institucionales del país siguen siendo muy fuertes. Pero ahí está,
en las insondables – e imprevisibles - obsesiones de un testarudo.
¿Cambió el panorama de la guerra durante la Gobernación de
Uribe? Muy poco. En una visita que, por invitación de la
Conferencia Episcopal, efectuó al Urabá la organización holandesa
de defensa de los derechos humanos, Pax Christi, encaminada a
decidir sobre la veeduría internacional pedida por los alcaldes,
Liduvin Zumpwole, una de las tres representantes de la misma,
señaló que “no hay voluntad de paz de los actores en conflicto; se
sigue matando a las personas y es increíble que nadie diga nada”.
Así las cosas, dijeron las delegadas, “una misión internacional de
observadores se vería impotente para trabajar en Urabá, debido al
temor y la intimidación que allí existen y que se manifiestan en la
impunidad y la ley del silencio imperantes”. “Para Pax Christi -
agregó la vocera - en la zona no se puede aplicar el término
'veeduría', toda vez que no existe un acuerdo en ese sentido entre
las partes enfrentadas. El objetivo de una misión (de esa
naturaleza) debe ser el de apoyar los esfuerzos de paz de la
población civil, tratar de iniciar un diálogo entre las partes
enfrentadas, estimular un acuerdo para que respeten el Derecho
Internacional Humanitario y denunciar las violaciones a ese
Derecho”. Sin embargo, los esfuerzos en que se empeñó la
comunidad para buscar la ayuda no militar de organizaciones
internacionales, siguieron a la orden del día. El 7 de marzo una
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