EL SEÑOR DE LAS SOMBRAS (Biografía no autorizada de Alvaro Uribe) 1 | Page 88

zona, que es lo contrario de lo que los dirigentes han solicitado '.“ El diálogo directo y el arreglo entre paramilitares y guerrilla en la zona bananera antioqueña significaría la repartición de ese territorio entre las FARC y Fidel Castaño”, aclaró Serpa. Escéptico, el gobernador Uribe Vélez opinó que“ la afirmación de Serpa no sería obstáculo para persistir en la búsqueda de la paz”. En la noche del sábado 12 de agosto los paramilitares asesinaron a 32 personas en Urabá, dieciocho de ellas en la pavorosa e inolvidable masacre de Chigorodó. El país, aterrorizado, oyó cómo el presidente de Unibán y de la junta directiva de la Asociación de Bananeros de Urabá( Augura), Juan Felipe Gavina, le decía a Samper durante la visita de emergencia que realizó con nueve de sus ministros a la zona, que la preocupación de su gremio era“ exclusivamente la seguridad”.“ Queremos sosiego”, dijo Gaviria, antes de ceder la palabra al gobernador. Uribe Vélez sostuvo entonces una tesis que acentuaría aún más sus discrepancias con el gobierno central:
-“ El Estado – dijo- debe tener absoluta firmeza y determinación para combatir los factores de violencia y negociar con sus principales actores cuando ellos demuestren una voluntad de diálogo”.
En ese momento ya había redondeado su idea en torno a la hipotética solución de un conflicto que en Colombia no se remonta a 1948, como generalmente se ha creído, sino a dos años antes, cuando el partido conservador llegó al poder sin la posibilidad de ejercer una acción efectiva por cuanto era nítidamente minoritario en las cámaras. Los conservadores, dirigidos por Laureano Gómez, desataron una violencia extrema, lo que llevó al jefe indiscutible del liberalismo, Jorge Eliécer Gaitán, a presidir enormes manifestaciones en Bogotá para reclamar del gobierno de Mariano Ospina Pérez el cumplimiento de las garantías constitucionales básicas. Como vocero de un pueblo sumido en la angustia provocada por la violencia del régimen, Gaitán pronunció en 1947 uno de sus discursos memorables a favor de la convivencia y del respeto por los derechos ciudadanos, que desde entonces se conoce como“ Oración por la Paz”. Pero fue la“ Manifestación del Silencio”( febrero 7 de 1948) la que conmovió de manera más honda la conciencia de los colombianos. En ella, cerca de cien mil
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