EL SEÑOR DE LAS SOMBRAS (Biografía no autorizada de Alvaro Uribe) 1 | Page 86

Un día después, en Turbo, el gobernador presidió un “consejo de seguridad”, al que asistieron siete de los nueve alcaldes del Urabá Antioqueño, representantes de la Iglesia y políticos locales. La alcaldesa de Apartadó pidió una “veeduría internacional” para la zona y propuso que se emitiera un comunicado en el cual se le exigiera a los actores armados pactar una tregua unilateral. Todos estuvieron de acuerdo y comenzaron a trabajar en ese sentido. Pero el gobernador no quiso entender el mensaje emitido por esa reunión. Porque tres días más tarde lo que solicitó del gobierno fue la autorización para crear una Unidad Antiextorsión y Secuestro, Únase. En una reunión que sostuvo con el ministro de Defensa, Femando Botero, se habló sobre la situación del Urabá y concretamente sobre las denuncias formuladas por representantes de la Iglesia Católica relacionadas con la presencia de miembros activos de las Fuerzas Militares en masacres dirigidas por los paramilitares. En presencia del comandante de la IV Brigada, general Jorge Enrique Mora Rangel [ 54 ], quien tres años después se convertiría en el comandante del Ejército, el ministro dijo que no conocía ese tipo de hechos, y cuando se le insistió en que el procurador de Antioquia había formulado denuncias similares, sostuvo que debería investigarse “a fondo” para sancionar a los responsables según el caso. El 22 de febrero el país supo que la guerrilla había asesinado a cinco personas en una serie de asaltos en Urabá y había atentado contra una funcionaría judicial. Poco a poco se conoció que al Chocó, zona tradicionalmente tranquila, habían entrado nueve frentes guerrilleros, que se habían identificado diez bandas de delincuentes comunes, que el frente José María Córdoba de las FARC había declarado como “objetivo militar” a los campesinos que colaboraran con los paramilitares, y que estos habían declarado como “objetivo militar” a los campesinos que colaboraran con las FARC, y que la zona estaba fracturada en dos. Todo ello llevó al gobernador a pedirle a la guerrilla que declarara una “tregua unilateral”. Pero no ocurrió lo mismo con los paramilitares. La información se centró sobre los hechos violentos 54 Se le asoció con el crimen del periodista y humorista Jaime Garzón Forero, y de haber tenido vínculos con el terrorismo de Estado (paramilitarismo y banda de sicarios de “La Terraza” de Medellín). Durante la Presidencia de Uribe Vélez, fue comandante de las Fuerzas Armadas y luego, a su retiro, fue nombrado como titular de la embajada de Colombia en Corea. 86