EL SEÑOR DE LAS SOMBRAS (Biografía no autorizada de Alvaro Uribe) 1 | Page 52

me uno de los importadores más grandes de permanganato de potasio en Colombia. Desde 1994 aproximadamente, la empresa tuvo negocios con Eland, una compañía de Hong Kong. Desde 1996 hasta 1998, Eland le vendió a GMP un exceso de 200 toneladas de permanganato de potasio... Obvio, hay otros usos legales para dicho producto, tales como la manufactura de tabletas impresas para circuitos electrónicos y otros objetos de alta tecnología, pero esos no son precisamente ningún soporte de la economía colombiana. Éste es precisamente uno de los agujeros por donde la ilícita industria de la droga desliza cada año 500 mil millones de dólares”. Según Marshall, los Estados Unidos tuvieron problemas con los reportes de algunos agentes colombianos que encontraron que GMP importaba grandes cantidades de permanganato, burlando permanentemente las leyes de ambos países. El jefe de la DEA escribió: “La Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE) es la agencia del gobierno de Colombia que emite, revoca y renueva los permisos de uso de químicos a individuos o compañías que manejan sustancias controladas. La DNE establece la cuota de químicos que pueden importar por mes los permisionarios. Si un individuo o una compañía quieren manejar una cantidad superior a cinco kilogramos o a cinco litros de un químico controlado por mes, debe obtener el permiso... En junio 10 de 1997, la Policía Nacional de Colombia inspeccionó los registros de la GMP y encontró que en nueve ocasiones, la compañía no había proporcionado la información requerida concerniente a la venta de 2.450 kilos de permanganato de potasio... “El 15 de diciembre de 1997 - siempre según Marshall - , la Policía Nacional de Colombia inspeccionó los registros computadorizados que la GMP tenía desde 1991, y halló 69 direcciones y teléfonos que no existían, y números telefónicos que no correspondían a las direcciones anotadas en las facturas. Había facturas que tenían la misma fecha a nombre de diferentes personas con la misma dirección y número de teléfono. Cada factura reflejaba una venta de 4,6 kilogramos de permanganato de potasio, por debajo la cantidad permitida. Pero la Policía descubrió que las personas anotadas en las facturas no habían adquirido en realidad el permanganato de potasio, aunque sus identificaciones personales habían sido utilizadas para obtener el compuesto. En una carta del 22 de 52