EL SEÑOR DE LAS SOMBRAS (Biografía no autorizada de Alvaro Uribe) 1 | Page 252
¿Abogado de los paras?
Por Enrique Parejo González
Agosto de 2007
El Presidente Uribe ha abandonado su condición de Jefe del
Estado colombiano para convertirse en defensor de los
paramilitares. Pero pretende engañar a la opinión pública
alegando que sólo busca defender los supremos intereses de la
paz. Es imposible ser tan ingenuo como para aceptar dicho
argumento.
Desde los comienzos de su gobierno, se hizo evidente el propósito
del presidente Uribe de ayudarles a los paras a desmovilizarse sin
que tuvieran que pagar una pena privativa de la libertad por sus
horrendas masacres. Ese propósito es pieza fundamental de la
estrategia convenida por él con los jefes paramilitares.
En realidad, ambas partes buscan un objetivo que va más allá del
logro de la paz. Los paras, en primer lugar, quieren conservar las
inmensas propiedades de las que despojaron a sus indefensas
víctimas; en segundo lugar, pretenden no pagar por ello, ni por
haberlas torturado y masacrado, un solo día de cárcel; y,
finalmente, aspiran a dedicarse a la actividad política, como
cualquier ciudadano honesto, con el apoyo del presidente Uribe.
Éste, a su vez, quiere quedarse en el poder por mucho tiempo,
para defender las condiciones pactadas con los paras que, a su
vez, secundan el proyecto político de Uribe.
En cuanto al primero de los objetivos, el Gobierno de Uribe y los
paras confían en el fracaso de las investigaciones que la Fiscalía
les sigue a los paramilitares, para que no se esclarezca lo relativo
a la propiedad de los bienes arrebatados a las víctimas, a fin de
que ellos puedan conservarlos, a través de sus numerosos
testaferros.
El segundo objetivo se frustró cuando gobierno y paras se dieron
cuenta de que era necesario que aceptaran participar en la
comedia de una fementida justicia, que les impusiera a éstos una
pena mínima, para impedir que la Corte Penal Internacional
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