EL SEÑOR DE LAS SOMBRAS (Biografía no autorizada de Alvaro Uribe) 1 | Page 251

“El Post también menciona” — sigue diciendo El Tiempo — “las acusaciones de Mancuso contra el vicepresidente Santos y el Ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, y dice que las revelaciones del jefe ‘para’ sobre el general Rito Alejo del Río y sus nexos con las AUC son ‘una vergüenza para Uribe’, pues éste lo ha defendido a capa y espada”. Como se deduce de la anterior información de El Tiempo, no hay duda de que, cuando Ernesto Báez habla del ‘jefe de Jefes’ – como lo anota el propio periódico –, se está refiriendo al presidente Álvaro Uribe Vélez. Tan comprometedora es esa afirmación, como la de que el paramilitarismo ha sido una política de Estado. Creemos que las declaraciones de los dos cabecillas paramilitares revisten una enorme gravedad. En la práctica, lo que se desprende de sus palabras es que los grupos paramilitares no podían operar sin tener contacto con el ‘jefe de jefes’, es decir, con el presidente de la República. El país tiene derecho a exigir que la Justicia inicie, a la mayor brevedad posible, una investigación a fondo sobre esas declaraciones. Y no puede dejar de hacerlo, so pretexto de que Colombia se desestabilizaría si conoce toda la verdad. Estamos obligados a conocer esa verdad, por trascendental que sea. Y no hay ninguna “razón de Estado” que impida conocerla. Sería muy grave que la Justicia no sancionara los delitos cometidos por los paramilitares y sus aliados políticos. Negro sería el futuro del país, si se construyera sobre la impunidad de los actos delictivos de unos y de otros, cualquiera que sea el rango de sus autores. Las consecuencias de que se conozca toda la verdad nunca serán tan graves ni tan desestabilizadoras como las que inexorablemente se derivarían del ocultamiento de esa verdad. ¡Frente a los crímenes atroces de los paramilitares y sus aliados políticos no puede haber ni perdón ni olvido! ****** 251