EL SEÑOR DE LAS SOMBRAS (Biografía no autorizada de Alvaro Uribe) 1 | Page 243

Es muy grave que el presidente, en lugar de invitar a los colombianos a realizar una cruzada contra el crimen, busque que ellos se apresten a recibir en su seno, con el corazón pleno de bondad, a los autores de las más inhumanas y crueles masacres que jamás se hayan cometido en el suelo nacional. Y no de cualquier manera. Sino con el tratamiento que sólo se merecen los ciudadanos probos, que no violan la ley. Lo cual quiere decir que erige la conducta criminal de los paramilitares en paradigma de virtudes, que los hace acreedores al reconocimiento público. ¿Qué otra cosa quiere decir el hecho de que el presidente invite a los directores de los partidos políticos a dialogar con los paramilitares “encarcelados” sobre el proceso electoral colombiano en que ellos aspiran a participar? ¿Qué futuro le espera a Colombia si tamaño desatino se abre paso entre los colombianos de bien? ¿A qué llegó Álvaro Uribe a la presidencia de la República: a perseguir a los delincuentes y a defender a sus víctimas o, por el contrario, a ayudarles a aquellos, abandonando a su propia suerte a estas últimas? No hay duda de que él está haciendo lo segundo. Otros de los dirigentes invitados, por el contrario, han rechazado esa invitación. Ellos, con la parte de dignidad que aún no le han vendido al Presidente y a los propios paramilitares, consideran que no es decente que se presten a ese juego de favorecimiento a los más sanguinarios delincuentes. Han cedido en otras cosas que comprometieron su dignidad, pero al parecer no están dispuestos a traspasar esta última barrera de la infamia. ****** El apoyo de los gremios a Uribe Por Enrique Parejo Mayo de 2007 El apoyo de los gremios a Uribe induce a la desafortunada confusión colectiva de la imagen cuestionada de un mandatario con la imagen de toda la Nación. 243