EL SEÑOR DE LAS SOMBRAS (Biografía no autorizada de Alvaro Uribe) 1 | Page 216
Aunque breve, su vida constituyó un gran ejemplo, una perdurable
enseñanza. Debió morir frustrado y decepcionado por el
panorama de pequeñeces de que se veía rodeado. Él soñó en la
posibilidad de cambiar ese panorama. Sueño que se fortalecía al
lado de ese otro gigante de la democracia, la libertad y la pulcritud
política, que fue Luis Carlos Galán. La vida de los dos fue arrasada
por fuerzas oscuras. Las mismas que hoy, so pretexto de servir los
intereses del país, le han dado un golpe de mano al poder,
conspiran contra el imperio de la justicia y de la ley y tratan de
frustrar el anhelo de cambio arraigado en el alma popular.
El libro de Gonzalo Guillén nos abre la oportunidad de contemplar
el panorama nacional, en el cual descuellan por sus virtudes
políticas, ilustres personajes de la Historia Nacional, como Luis
Carlos Galán y Rodrigo Lara Bonilla. El primero, estuvo llamado a
orientar, sobre la base de principios éticos y dentro del marco del
Estado de Derecho, los destinos nacionales. Los enemigos de la
democracia y de la honestidad política lo asesinaron, para que no
pudieran prosperar sus ideas y sus anhelos. Quienes compartimos
esas ideas y esos anhelos queremos verlos triunfar en Colombia.
El segundo, uno de los inmediatos seguidores de Galán en la
misma lucha política, estaba llamado también a influir de manera
decisiva sobre los destinos nacionales, con apoyo en idénticos
principios y dentro del mismo marco del Estado de Derecho, de
que ambos eran portaestandartes.
Aprovecho el gentil ofrecimiento del autor de este libro, de que
escriba este prólogo, para rendirle un tributo de admiración a la
memoria de estos dos titanes de la lucha por la democracia y para
expresar nuestros fervientes votos porque sus ideas y esperanzas,
cifradas en el amor a los principios liberales y a las libertades
públicas, puedan verse materializadas, en un futuro inmediato,
para bien de Colombia, una vez hayamos despejado las tinieblas
que ensombrecen el porvenir del país por acción de la luz que
dimana del pensamiento de Galán y de Lara Bonilla.”
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