EL SEÑOR DE LAS SOMBRAS (Biografía no autorizada de Alvaro Uribe) 1 | Page 175
una orden perentoria de la Reina de Corazones. (¿De Corazones?).
Pero no soy solo yo. Somos un batallón de decapitados, de
descamisados, de discapacitados, de incomunicados, de seres
asesinados. Tal vez la pesadilla provenga de la lectura de Wolf,
quien cuenta cómo la Alianza para el Progreso, que puso en
marcha el presidente Kennedy para enfrentarse a la agresiva
política de Khruschev cuando este resolvió que la misión del Soviet
Supremo era extender a todo el mundo la revolución comunista, se
convirtió en una herramienta para recolectar información sobre
posibles subversivos. En ese momento la aguda confrontación le
indicó a la CIA la conveniencia de “disuadir a la subversión
matando a los líderes subversivos en la medida en que fueran
surgiendo, como una forma de amedrentar a los otros subversivos
potenciales”. Hubo dinero a rodos, pero fue selectivo: abundante
para las regiones que manifestaran “buena conducta”, y mezquino
para aquellas que por su independencia y su carácter se hicieran
mirar con desconfianza. En febrero de 1962, al finalizar el
gobierno de Lleras, el general William Yarborough informó que en
Colombia había unos 8 mil “torpes e ineptos comunistas”, que “no
representaban una amenaza real para el gobierno”. Sin embargo,
siempre según Wolf, “el funcionario recomendó a Washington
“asignar cinco destacamentos de las Fuerzas Especiales, de doce
hombres cada uno, para dirigir brigadas colombianas “de
contraguerrilla”, y enviar especialistas en guerra sicológica. Ese
fue el origen del Plan Laso (Latin American Security Operation),
que buscaba "exterminar a los bandoleros comunistas. El Plan
Laso seguía el modelo de guerra de baja intensidad utilizado en
Vietnam bajo el mote de ‘Programa Fénix’ que, se estima, asesinó
entre veinte y cuarenta mil civiles” en ese período. Dentro de ese
programa se desarrolló la "Operación Marquetalia". Lo que quiso
ser una acción cívico-militar, se desenvolvió dentro de una
dinámica de ataque militar. Y "lo que había sido un movimiento de
autodefensa... se convirtió en una guerra de guerrillas”. Wolf cita
un informe sobre el Plan Laso publicado en 1963. “En Colombia, el
ministro de Guerra, general Ruiz Novoa, anunció recientemente al
Congreso que el problema de bandolerismo no tiene ahora
inspiración política con intereses domésticos. Aunque comenzó
como resultado de la rivalidad entre los partidos políticos, hoy en
día está influenciado y dirigido desde fuera del país, con centros
de dirección ubicados en zonas urbanas que controlan actividades
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