EL SEÑOR DE LAS SOMBRAS (Biografía no autorizada de Alvaro Uribe) 1 | Page 172

Pavesse, en el que juegan miserias, envidias, odios infundados, disparos al blanco, disparos al aire. “Yo, señor - escribió De Greiff - soy acontista. Mi profesión es hacer disparos al aire...”. En Colombia los viejos estudiamos otra historia. En mi texto, el de Henao y Arrubla, se sucedían los presidentes unos a otros como las cuentas de un rosario, y los sucesos que protagonizaban eran más o menos los mismos, una guerra civil, un proyecto de Constitución, un enfrentamiento con el Congreso, unas memorias administrativas. Pero la que estudian mis hijos es muy distinta. Dos horas antes de mi viaje recibo por Internet el texto de la conferencia que Paúl Wolf dictó a los alumnos de la Universidad de la Sabana, en Bogotá, el 20 de marzo. Sé que va ahí, junto a los discos con el juego de Harry Potter, de Manuela, y con aquellos que guardan los artículos más consistentes de mi archivo, que me van a ayudar a encontrar un trabajo en un espacio que no es el mío. Pero me duele recordar que lo último que leí antes de abandonar a Colombia haya sido precisamente ese texto, en el que Wolfie cuenta a un grupo de jóvenes apenas uno o dos años mayores que Femando, que hoy nuestra historia es otra historia, y que las 21 guerras civiles que tuvieron como protagonista al coronel Aureliano Buendía son apenas la visión romántica de un escritor que se enamoró de las palabras. Para Wolf son significativos una serie de hechos que apenas comienzan a manejarse masivamente en la academia. Cuenta él, por ejemplo, cómo y dónde nació la guerra fría en América Latina. Dice que fue en Bogotá, en 1948, y en la Resolución 32 (o “Acto Final”) de la Conferencia Panamericana. “Por su naturaleza antidemocrática y su tendencia intervencionista - señala uno de los considerandos -, la actividad política de comunismo internacional o cualquier doctrina totalitaria es incompatible con el concepto de libertad americana”. Y en el momento de recomendar medidas respalda el marco legal, internacional y homogéneo que permita “erradicar e impedir actividades... que tiendan a derrocar sus instituciones por fuerza, a fomentar desorden en su vida política doméstica, o a molestar... el libre y soberano derecho de sus pueblos a gobernarse ellos mismos”. En ese documento se identificó al enemigo. De ahí que se le haya atribuido precisamente a ese enemigo el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, el carismático líder liberal, el cual ocurrió precisamente durante la Conferencia. Durante anos se sostuvo en todos los ámbitos que la muerte del 172